Según un estudio de Conagua, 55 de 85 sitios hidrológicos subterráneos activan semáforo amarillo en la calidad del agua, mientras que cinco se encuentran en rojo
Un estudio de calidad del agua realizado en el año 2020 a 109 sitios hidrológicos de Yucatán (de los cuales 85 son subterráneos y 24 superficiales), reveló que menos de la mitad de las muestras analizadas, que corresponden al 48.62 por ciento, cumplen con todos los estándares de seguridad bioquímica y física para su uso en actividades humanas, es decir que están en semáforo verde.
Mientras que el 45.87 por ciento (porcentaje que representa sitios de agua subterránea) apenas cumplen con los niveles tolerables, por lo que su indicador está en color amarillo. Asimismo, el 5.50 por ciento de los lugares evaluados no cumplen con los niveles tolerables de impureza, es decir que están en semáforo rojo, según los datos más actuales disponibles en el sitio web de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En ese sentido, en Yucatán, 50 sitios hidrológicos subterráneos (como pozos y cenotes) están en semáforo amarillo, 30 en verde y cinco más en rojo. Para el caso de las aguas superficiales, 23 puntos pasaron el indicador de calidad en verde y sólo uno no cumplió con los estándares mínimos.
Hay que tener en cuenta que dichas mediciones consideraron las características de los cuerpos de agua, por lo que se utilizaron distintos estándares para comprobar su nivel de contaminación, y así determinar si son seguros para usarse en diversas tareas humanas.
58.8% de los sitios de agua subterránea en semáforo amarillo
Al revisar los datos publicados por la autoridad del agua federal se puede apreciar que los cuerpos de agua subterránea yucatecos que activaron el semáforo rojo fueron cinco puntos (5.88 por ciento). Estos no cumplieron con las concentraciones aceptables de compuestos disueltos como fluoruros y nitrógeno de nitratos, bacterias coliformes fecales y metales pesados como arsénico, cadmio, cromo, mercurio y plomo.
Se trata de cinco pozos: uno ubicado en el municipio de Chemax (pozo uno del Sistema de Agua Potable), uno en Mérida (pozo seis de la planta Temozón Norte de la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán), uno en Temozón y dos en Valladolid (en Popolá y el pozo 4).
Además, los 45 sitios en semáforo amarillo se localizan en los siguientes municipios: Acanceh, Cacalchén, Cansahcab, Celestún, Chemax (2), Chicxulub, Chocholá, Cuzamá, Dzan, Espita, Halachó, Hocabá, Homún, Hunucmá, Kanasín, Kinchil, Kopomá, Maní, Maxcanú Mérida (6) Muna, Opichén, Oxkuztcab, Progreso, Tahdziú, Teabo, Tecoh, Tekax, Tekit, Tetiz, Ticul, Tinum, Tixkokob (2), Tixpéhual (2) Tizimín, Tunkás, Tzucacab, Umán
(3) Xocchel y Yaxkukul.
Ahora bien, según la Conagua el semáforo amarillo de la calidad del agua indica que estos pozos tienen dicho recurso con estándares para uso agrícola o con posibilidad de ser potabilizado, pues tiene niveles aceptables en alcalinidad, conductividad, dureza, así como las cantidades suficientes de manganeso y hierro.
En tanto, los 30 sitios subterráneos que pasaron en verde el semáforo de calidad corresponden a tres cenotes ubicados en Chemax, Mérida, Tixcacalcupul, así como 27 pozos situados en Akil, Cuzamá (2), Dzitás, Hoctún, Homún, Huhí, Izamal, Mérida (8), Motul, Sotuta, Tekantó, Telchac, Temax, Timucuy, Tixpéhual, Uayma, Umán y Yaxcabá (2).
Con base en los niveles de concentración de partículas contaminantes, el agua de estas fuentes subterráneas puede ser usada para distintas actividades, como riego agrícola o ser potabilizada para consumo humano. Además, la CONAGUA precisa que las muestras analizadas fueron captadas directamente en el lugar de abastecimiento hidrológico, en su condición natural, por lo que aún no pasan por una fase de tratamiento.
Laguna de Yalahau, en Homún, en semáforo rojo
Por otro lado, los indicadores correspondientes a la calidad del agua de sitios superficiales dan cuenta de que la muestra analizada de la Laguna Yalahau fue la única que no pasó los estándares mínimos. Además, no hubo pruebas que activaran el semáforo amarillo.
En ese sentido, el semáforo rojo de la calidad del agua superficial señala que las muestras no cumplen con las concentraciones recomendadas de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno (DQO), Enterococos fecales y toxicidad.
Aunque si la muestra cumple con los índices anteriores, pero no con las concentraciones recomendadas de sólidos suspendidos, bacterias excrementicias (coliformes, Escherichia coli), o la saturación de oxígeno disuelto, entonces se activa el semáforo amarillo. Sin embargo, si cumple con todos los indicadores mencionados se le asigna el color verde. De esta manera, el resto de las muestras de agua superficial de Yucatán que fueron evaluadas por la CONAGUA sí cumplieron con los estándares de calidad.
Aunque la dependencia no precisa cuáles son las causas de contaminación de los sitios hidrológicos en semáforo rojo, vale poner en contexto que, en los últimos años, las granjas porcícolas que operan en municipios como Homún han sido señaladas de no cumplir con las normas ambientales, y de descargar sus aguas residuales sin ninguna medida de prevención de desastres ambientales.
Incluso, se ha responsabilizado a la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), de contaminar el agua subterránea de la zona.
Recordemos que en el 2017, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) de Yucatán dio a la filial del Grupo Porcícola Mexicano su autorización para la construcción de una granja porcícola con capacidad de alrededor de 49 mil cerdos, que fue clausurada en el 2020.
Fuentes: Por Esto/Miguel Ángel Martínez Díaz