Rusia tiene un submarino capaz de desatar “tsunamis radiactivos” y destruir ciudades
El submarino Belgorod cuenta con capacidad para seis “torpedos del juicio final”, que puede destruir ciudades
La armada rusa ya cuenta con el submarino Belgorod, un sumergible diseñado para transportar seis torpedos nucleares del tipo Poseidón del “tamaño de un autobús escolar”. Los llamados torpedos del juicio final tienen un alcance de hasta 10,000 kilómetros y pueden sumergirse a una profundidad de 1,000 metros, con lo que se podrían “destruir bases navales enemigas”, según la agencia de noticias estatal rusa TASS.
En pocas palabras, su capacidad de destrucción es tal, que podrían arrasar ciudades enteras y causar un “tsunami radiactivo”, destacó Daily Mail.
Hace siete años, en el 2015, la BBC había advertido que los torpedos Poseidón estaban diseñados para “destruir’ ciudades costeras económicamente importantes al crear amplias áreas de contaminación radiactiva, dejándolas inutilizables para actividades militares, económicas o de otro tipo durante mucho tiempo”.
Ahora ya son una realidad y forman parte del submarino Belgorod.
La construcción del Belgorod, el submarino de última tecnología, comenzó en 2019. Y conforme se avanzó en el proyecto se fueron ajustando algunas medidas, como el casco que pasó de los 154 metros de eslora a los 184, que lo convierte en uno de los mayores del mundo hasta ahora.
Rusia se adelantó a cualquier cuestionamiento y afirmó que el Belgorod se utilizará para “expediciones científicas y de investigación”.
El comandante en jefe de la Armada rusa, Nikolay Tevmenov, afirmó a TASS:
«El submarino Belgorod abre nuevas oportunidades para Rusia en la realización de varias investigaciones y ayuda a llevar a cabo diversas expediciones científicas y operaciones de rescate en áreas remotas del Océano Mundial”.
The Mail compartió los señalamientos del Dr. Sidharth Kaushal, del Royal United Services Institute, sobre el Belgorod. Se mostró escéptico a que realmente forme parte de la armada rusa, ya que según él, está “configurado para la guerra de Fuerzas Especiales no atribuibles con sus comandantes respondiendo directamente al liderazgo y sin pasar por la estructura de mando naval rusa”.
Fuente: Excélsior