lunes, diciembre 2

¿Cómo ser más auténtico y sincero? Cuatro hábitos para incorporar la honestidad a tu vida

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Cuando nos proponemos ser mejores en todos los aspectos de nuestra vida, debemos actuar con honestidad ante nosotros mismos y los demás, pues la verdad siempre nos hace libres de cometer errores

Hay muchas y muy diversas formas de evitar decir la verdad, puede ser desde un simple halago, un pretexto para librarse de un regaño, hasta cometer un gran crimen. La psicóloga Claudia Castro en su Estudio cognitivo de la mentira humana, concluye “todo el mundo en algún momento del día dice algo que no es totalmente cierto. De hecho, una persona dirá aproximadamente una o dos mentiras en 24 horas”.

Lo que es un hecho, es que sin importar lo grande o pequeño, lo leve o grave, incluso lo simple o elaborado que sea, hay un motivo que nos ha llevado a transformar la realidad a nuestra conveniencia. El que miente tiene casi siempre miedo a que la verdad se sepa. El no decir toda la verdad ha pasado a formar parte de nuestra cultura.

Pero lo que debemos saber, es que la verdad está vinculada con los principios éticos que rigen la vida del hombre en la sociedad, ya que ésta refleja cómo se ven sus actos personales, profesionales, económicos o sociales. Uno de los principales hechos que dan credibilidad y valor a una persona es hablar con franqueza.

La verdad es un valor vinculado a la honestidad, que implica la actitud de mantener en todo momento la veracidad en las palabras y acciones. Ser sincero aporta a la integridad personal de quien lo mantiene como una costumbre en sus compromisos y obligaciones.

Para decir la verdad, no debemos de tener miedo de decirla, sino respeto; debemos de mencionarla sin el fin de lastimar al otro, siempre hablando y actuando con consideración hacia los demás; gracias a ella se puede vivir más tranquilo y sin preocupación de lo que se diga y no de lo que se calle, porque se cree fielmente en la realidad de los hechos y en lo que siente y no en lo que se imaginan los otros.

Decir la verdad es una manera de empatizar y construir relaciones fuertes y duraderas; nos hace más humanos, más cercanos y nos permite relacionarnos más y mejor con las personas a las que queremos o con las que tenemos un proyecto en común.

Te quiero compartir cuatro claves para incorporar la verdad a tu vida.

  • Sé sincero contigo mismo: Antes de ser sinceros con los demás tenemos que serlo con uno mismo. Ten claro lo que quieres y lo que no. Esto te ahorrará tiempo, evitando caer en situaciones de desgaste y costo emocional.
  • Decir la verdad exige ser congruente: Ser congruente significa ser fiel a uno mismo y mantener una relación lógica y coherente entre lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos. Esto supone un esfuerzo, por tanto la persona que es congruente no se contradice ni se justifica, simplemente dice y hace aquello que piensa de una manera asertiva sin perjudicar a los demás y sin perderse de vista a sí mismo.
  • No tengas miedo: A menudo hacemos de las pequeñas mentiras nuestra balsa de supervivencia por miedo a ser rechazados o señalados. Ser sinceros es ese mecanismo recurrente en nuestro ser donde podemos construir una realidad más saludable para todos.
  • Desarrolla el músculo de la honestidad: Practica decir la verdad en las pequeñas acciones de la vida cotidiana. Trata de aplicar más tácticas para evitar la mentira. Si hacemos esto, entonces probablemente nos resultará mucho más fácil ser sincero, incluso ante situaciones más difíciles.

Recuerda, decir la verdad nos hace más humanos y nos permite relacionarnos más y mejor con las personas.

Fuente: El Heraldo de México

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