viernes, noviembre 8

Yucatán ‘envejece’; cada vez hay más abuelitos y menos niños

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En Yucatán, la esperanza de vida ha aumentado y va en camino a convertirse en una sociedad longeva donde cada vez se registran menos nacimientos y defunciones

Yucatán avanza a pasos agigantados para convertirse en una sociedad más longeva, ya que la planificación familiar, los matrimonios cada vez a mayor edad y un aumento en la esperanza de vida generan un descenso en el número de nacimientos del 5.7 por ciento respecto al año pasado, y de defunciones un 22.5 por ciento.

Para los especialistas el tránsito de regímenes de alta mortalidad y natalidad a otros de niveles bajos y controlados genera un envejecimiento de la población, y a pesar de que en Yucatán la edad mediana es de 30 años esta ha ido creciendo década a década y se espera que en unos 20 años comience a resentirse el envejecimiento de la población.

De acuerdo con datos del Registro Civil de Yucatán, durante 2022 se registraron 25 mil 777 nacimientos, cifra que disminuyó 5.7 por ciento con respecto al año anterior, cuya suma fue de 27 mil 336. Mientras que en defunciones se registraron 165 mil 56 casos en 2022, suma que disminuyó en 22.5 por ciento respecto a los 19 mil 316 registrados un año antes.

De esta manera, en 2022 a diario se asentó el nacimiento de 71 personas, y se reportó el fallecimiento de 41 hombres y mujeres.

El problema es que el número de nacimientos va a la baja, así como el número promedio de hijos nacidos vivos de mujeres de 12 años o más, ya que, de acuerdo con el Consejo Estatal de Población (Conapo), durante 2000 el promedio era de 2.6, en 2010 fue de 2.3 y en 2020 fue de 2.1.

Asimismo, las defunciones también van a la baja. De acuerdo con las estadísticas de decesos registrados de enero a junio de 2022, publicadas en días pasados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), Yucatán se encuentra en el lugar 23 a nivel nacional con menor tasa de mortalidad, que es de 36.4 hombres y 28.55 mujeres por cada 10 mil habitantes; mientras que el promedio nacional es superior, de 36.9 hombres y 29.03 mujeres por cada 10 mil habitantes.

Parte de esto se debe a que por los avances médicos se ha registrado un aumento en la esperanza de vida de los yucatecos, pues en el caso de las mujeres es de 77.9 años, mientras que en los hombres es de 71.7 años.

La disminución de la natalidad y el progresivo aumento de la esperanza de vida de las personas impacta directamente en la composición por edades de la población, al reducir relativamente el número de personas en las edades más jóvenes y engrosar los sectores con edades más avanzadas.

Un estudio realizado por la presidenta del Inegi, Graciela Márquez Colín, reveló que en Yucatán se estrecha la pirámide poblacional, por lo que en 20 años se presentará el envejecimiento de la población, cuyos factores son la reducción de la mortalidad y la fecundidad.

La funcionaria advirtió que la pirámide poblacional de Yucatán indica que se trata de un Estado joven, que apenas empieza a envejecer, pues según los datos oficiales, en 2000 la edad mediana era de 23 años, mientras que en 2010 fue de 26 años, y la cifra actualizada a 2020 señaló que esa edad incrementó a 30 años.

Este envejecimiento ya está siendo contemplado por las universidades yucatecas. Con el objetivo de mejorar las competencias de los profesionales de salud que se dedican a la atención de personas adultas mayores, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) creó el diplomado “Envejecimiento, una mirada interdisciplinaria.

Jorge Montes Alvarado, profesor de esa Facultad, puntualizó que en esta capacitación pueden participar médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos y odontólogos titulados, pues son esos profesionistas quienes tienen mayor contacto con el sector.

Precisó que este tema surge de la necesidad que se tiene por atender uno de los grupos que está creciendo de manera exponencial.

“Queremos que los profesionales que atienden a las personas adultas mayores renueven sus capacidades de gestión de recursos, para mejorar la capacidad personal, pero también la instalada en lugares como una casa, una residencia o un consultorio, con el fin de brindarles mejor atención”, comentó.

En sus estadísticas de defunciones de enero a junio del año pasado, el Inegi reveló además que del total de fallecimientos en el Estado, 2 mil 54 fueron por las enfermedades del corazón, el 25.93 por ciento; seguido de 757 por tumores malignos, el 9.56 por ciento; así como 686 por diabetes mellitus, el 8.66 por ciento; en cuarto lugar está el COVID-19, con 556 casos, el 7.02 por ciento, y 485 por enfermedades del hígado, el 6.12 porcentual.

Fuentes: Por Esto.

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