Violencia obstétrica, una falla estructural del sistema de salud
En 2021, Quintana Roo fue uno de los estados con mayor prevalencia de violencia obstétrica al registrar un 31%.
«Tenía muchos dolores y pedí que me dieran algo porque ya no aguantaba y la enfermera me contestó que eso hubiera pensado cuando estaba en el cuchi cuchi», relató Rosa sobre su parto en el Hospital General de Cancún, el 8 de marzo en 1991. Treinta y dos años después los casos continúan en Quintana Roo.
Así como el de Rosa, hay muchos casos de personas que viven el parto hospitalario como un evento difícil de recordar, experiencias que suenan comunes, pero normalizan un tipo de agresión: la violencia obstétrica.
«La violencia obstétrica es una forma específica de violencia contra las mujeres, que constituye cualquier acción u omisión por parte del personal médico que cause un daño físico o psicológico en el ámbito de la atención del embarazo, parto y puerperio, en los servicios de salud tanto públicos como privados», declaró Valentina Gómez García, investigadora jurídica en Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
Con base en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), en 2021, Quintana Roo fue uno de los estados con mayor prevalencia de violencia obstétrica al registrar un 31%.
Fue en julio de 2017 cuando se tipificó la violencia obstétrica como un delito en el estado, con lo que se busca sancionar al personal médico con tres a seis años de prisión y de doscientos hasta trescientos días multa.
Un año después de haber sido añadido al Código Penal del estado y de acuerdo con el Índice Global de Impunidad México 2018, Quintana Roo destacó entre las entidades con índices de injusticia muy altos, dejando en evidencia que los casos de violencia obstétrica que eran denunciados quedan sin solucionarse.
Pese a que en algunas zonas del país es un delito, Valentina Gómez aseguró que el camino para solucionar esta problemática no es la vía penal, debido a que los casos de violencia obstétrica dejan en evidencia una falla estructural en el Sistema Nacional de Salud.
«En GIRE tenemos en cuenta que son fallas estructurales, que no todo es del personal, la culpa no recae al 100% en el personal de salud. Tienes que tener en cuenta cómo está fraccionado el Sistema Nacional de Salud, los horarios que tienen los médicos, la atención deficiente que hay».
Por su parte, la ginecóloga y obstetra Fanny Cortés destacó las malas condiciones de los centros de salud en donde decenas de médicos realizan su preparación durante la carrera y especialidad. Ambiente que padece de falta de personal y de recursos para atender de mejor manera a los pacientes.
«Las mujeres tienen derecho a tener analgesia, el bloqueo en la espalda, pero a casi a todas en el sector público las dejan echarse el parto a valor mexicano, no les ofrecen analgesia y no es porque no quieran, pero en ocasiones solo hay dos o tres anestesiólogos y sólo hay dos quirófanos, ellos tienen que estar sacando cirugías y les tienes que ir a pedir que atiendan a tu paciente, pero a veces no pueden».
«Uno como estudiante de medicina en el sector público le hace de camillero, de enfermera, de laboratorista, le haces de todo. Te mandan a donde sea por falta de personal y falta de recursos», dijo.
Ante un problema estructural, la investigadora Gómez García reiteró que criminalizar al personal de salud no es la solución porque no ofrece medidas de no repetición. Por lo que, desde la organización proponen lo siguiente:
«Primero debe de haber una armonización legislativa, después debe de haber una infraestructura adecuada y debe de haber recursos humanos e insumos suficientes porque en ocasiones te encuentras con que en un hospital hay un médico general o el residente».
Por lo que, exhortó a las mujeres a no normalizar la violencia obstétrica y denunciar los casos a través de las siguientes vías:
- Amparo, como una medida urgente cuando la vida de la paciente está en peligro.
- Derechos humanos.
- Quejas administrativas ante la institución de salud.
¿Cómo identificar la violencia obstétrica?
Como el caso de Rosa, muchas personas con capacidad de gestar desconocen la manera en la que se manifiesta la violencia obstétrica, por lo que es importante mencionar que, según GIRE, puede suceder de manera física, como las prácticas invasivas que son:
- Las cesáreas, cuando se practican sin que exista justificación para realizarlas.
- La esterilización no consentida o forzada.
- El suministro injustificado de medicamentos.
- El retraso de la atención médica de urgencia
- La falta de respeto a los tiempos de un parto.
También de manera psicológica, como son:
- Actos discriminatorios.
- Uso de lenguaje ofensivo.
- Humillante o sarcástico.
- Falta de información oportuna sobre el proceso reproductivo.
- Trato deshumanizado.
La ginecóloga Fanny también consideró violencia obstétrica cuando a las pacientes que les realizan degrado o que sus bebés se mueren adentro, las dejen junto a las mujeres que tienen cesáreas o partos, ya que escuchan los llantos de los recién nacidos y puede generarles un impacto psicológico al no vivir su duelo.
«Debería de haber un lugar para que las mujeres puedan vivir su duelo junto a su familia. Es muy feo que no haya espacios y que tengan que sufrir escuchando o viendo a otros bebés cuando acaban de perder a uno».
Cabe destacar que la deficiencia de la salud obstétrica tiene efectos diferenciados en ciertas poblaciones, por ejemplo en las personas con discapacidad, comunidades indígenas y personas con rezago social o económico, por lo que no es sólo un asunto de igualdad de género sino de derechos humanos y de violencia reproductiva.
¿Qué es GIRE?
En 1992 surgió el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) con el objetivo de difundir información objetiva, científica y laica sobre el aborto en México, para posicionarlo como un tema de interés público, de salud pública y de justicia social.
Desde 2011, ha colocado en la mesa de debate temas prioritarios desde la perspectiva de los derechos humanos de las mujeres, como anticoncepción, violencia obstétrica, muerte materna, reproducción asistida y conciliación de la vida laboral y personal.
Fuente: Novedades Quintana Roo