martes, noviembre 19

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Aún cuando te registras en el Centro Nacional de Trasplantes, tus familiares deben estar enterados para respetar tu decisión de ser donador.

Si decides convertirte en un donador, lo más importante es que tu familia lo sepa, para que, en el momento del fallecimiento, que es el más difícil para cualquier persona, tomar esta decisión y autorizar la donación no le resulte tan doloroso a tus padres, hermanos o pareja, informaron autoridades del IMSS.

La Ley General de Salud (LGS) indica que la donación es el consentimiento de una persona para que, en vida o después de su muerte, cualquier órgano o tejido de su cuerpo sea utilizado para trasplantes.

Esta Ley contempla que todos los mexicanos somos donadores de órganos o tejidos, lo que es un consentimiento tácito, por lo que, si decides dar vida después de la muerte y convertirte en un donador, tu familia debe saberlo.

Tarjeta de donador voluntario

También puedes manifestar tu voluntad firmando tu tarjeta de donador voluntario, donde tú dejas por escrito si quieres donar todos tus órganos o específicamente sólo

O también con el consentimiento expreso que emite el Centro Nacional de Trasplantes; sin embargo, aun teniendo estos documentos tu familia es la que tiene la última palabra para autorizar la donación, por lo que es sumamente importante que ellos estén enterados y respeten tu decisión de ser donador.

¿Quiénes pueden donar órganos en México?

Pueden ser donantes los pacientes entre 2 y 80 años que hayan perdido la vida por muerte encefálica, de quienes se obtienen órganos como el corazón, pulmones, hígado, páncreas, intestino, riñones o tejidos como córneas, tejido músculo esquelético, válvulas cardíacas, hueso y piel.

También podrán donar tejidos aquellos pacientes que murieron por un paro cardiaco irreversible; en ambos casos se realizan los estudios necesarios para asegurarse de que los órganos y tejidos son viables para beneficiar a los receptores, ya que no todas las personas que fallecen pueden ser donantes y hay que asegurarse de que no transmitan infecciones o cáncer, puntualizaron autoridades del IMSS.

La muerte encefálica es la pérdida irreversible de las funciones del cerebro, lo que significa que un ser humano muere; sin embargo, sus órganos y tejidos pueden mantenerse funcionando mediante un ventilador artificial y medicamentos que ayuden a la presión del corazón.

La Ley General de Salud indica que, una vez certificado el fallecimiento, un familiar legalmente responsable como esposo, hijos, padres o hermanos deberá autorizar por escrito la donación, y que en aquellos casos en donde la muerte se encuentre relacionada con un delito, se solicitará la autorización del Ministerio Público.

¿Qué tienen que hacer las personas que siguen vivas, pero quieren donar?

Aún en vida las personas entre 18 y 65 años, después de pasar una serie de estudios médicos y psicológicos, pueden donar un riñón, un segmento del hígado, sangre de cordón umbilical y médula ósea, con la finalidad de no poner en riesgo su salud.

Además de cumplir con los siguientes requisitos que indica la Ley:

  • Tener compatibilidad con el receptor del trasplante.
  • Haber otorgado su consentimiento por escrito de la operación y las consecuencias de la extracción del órgano o tejido.

Los trasplantes se realizarán de preferencia, entre familiares; en caso contrario deberá otorgar su consentimiento ante Notario Público en un documento en el que manifieste que donará de manera gratuita, altruista, libre y consiente, indicaron autoridades del IMSS.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán/El Universal

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