La proliferación de moscos en esta villa es incontrolable y las acciones que realizan las autoridades municipales son insuficientes para reducir el índice de estos insectos transmisores del dengue, zika y chikungunya, enfermedades que preocupan a vecinos porque muchos de ellos no tienen dinero para pagar los gastos médicos para curarse.
Mariana Pech, ama de casa, comentó que los mosquitos se han convertido en un serio problema para las familias porque “parece que no tienen fin”.
“Los niños amanecen con ronchas en el cuerpo porque llegan más (moscos) por las noches. Las familias más humildes son las más afectadas, ya que sus casas no cuentan con mosquiteros y no tienen recursos para comprar repelentes o insecticidas para controlar a los insectos”, lamentó la vecina.
El aumento de moscos se debe a las lluvias que han caído y a varios terrenos baldíos donde se forman criaderos naturales y se reproducen más rápido los insectos. La Secretaría de Salud ha realizado fumigaciones para controlar los mosquitos, pero, al parecer, son insuficientes.— Martín Chac Bacab
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Fuente: Diario de Yucatán
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