Transcurridos 81 días de la temporada de pesca de pulpo, que abarca del 1 de agosto al 15 de diciembre, a la pulpeada le quedan 56 días, los cuales son un período complicado porque ya es la época de nortes.
La temporada de pesca de pulpo podría catalogarse como regular, expresó ayer el director de Pesca del Ayuntamiento de Progreso, Franklin Franco Sánchez.
Es muy probable que sí se alcance la meta de captura de pulpo de este año, pero con menor impacto que en años anteriores, añadió.
Hace dos años, recordó, la meta fue de 19,000 toneladas de pulpo y se rebasó, pues se capturó más de 30,000 ton.
Pero este año, contrastó, Progreso apenas ha capturado poco más de 6,000 ton y, considerando a todas las comunidades pesqueras, Yucatán estarían rondando ya las 9,000 o 10,000 ton.
Por eso se estima que sí se alcance de nuevo la meta de 19,000 toneladas e, incluso, se supere, pero a duras penas, expresó el funcionario.
Indicó que si bien el volumen de captura no es del todo malo, el precio no apoya mucho, pues el kilo se vende en apenas $70 u $80 y de manera local, pues este año prácticamente el pulpo no sale al mercado extranjero.
Afirmó que la recta final de la temporada pulpera es también una de las más complicadas, pues conforme pasan los días el pulpo se aleja más de la costa y los pescadores deben seguirlo.
Además, añadió, con la llegada de los nortes, los puertos se cierran a la navegación menor y con ello la pesca se paraliza durante varios días, lo que representa un estancamiento en la economía de los patrones y pescadores.
Todo lo anterior augura un cierre de temporada complicado, especialmente para los pescadores ribereños, quienes al no tener el cobijo de un patrón de barco arriesgan su propio capital para hacerse a la mar y así ganar el sustento diario, dijo.
Señaló que en la pulpeada de 2022, seis tripulantes de barcos pesqueros murieron, porque presuntamente se lanzaron o cayeron al mar al estar probablemente drogados, y este año varios tripulantes fallecieron o motivaron que el barco retorne al puerto de abrigo, pero no por consumo de drogas, sino por otras causas.
Consideró que eso se deriva de la implementación de pláticas para los pescadores en las que se les enseñó primeros auxilios o se les habló de manera preventiva de los peligros de ingerir sustancias tóxicas, sobre todo en su área de trabajo.
Además, la Secretaría de Marina y Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), que administra los puertos de abrigo, mantienen una fuerte vigilancia en los puertos para evitar que los pescadores lleven consigo alguna droga.
Fuentes: Diario de Yucatán.
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