Famosos, un gancho para votos en elecciones en EU
El fenómeno Taylor Swift ha causado furor en la música, los deportes e incluso la política, por lo que demócratas y republicanos quieren su apoyo; sin embargo, especialistas afirman que la mezcla entre candidatos y famosos no es nueva
Los candidatos presidenciales en Estados Unidos han recibido apoyo de personalidades de la farándula. Así como el respaldo de Taylor Swift, los demócratas han contado con el apoyo de personajes como Katy Perry, Cardi B, quien respaldó al precandidato Bernie Sanders, e incluso Ricky Martin.
En 2018, Swift apoyó a dos candidatos demócratas para las elecciones intermedias. En 2020, respaldó abiertamente a Joe Biden y Kamala Harris, lo que provocó reacciones del expresidente Donald Trump.
“Firmé y fui responsable de la ley de Modernización Musical de Taylor Swift y todos los demás artistas musicales. Joe Biden no hizo nada por Taylor y nunca lo hará”, escribió el republicano en una publicación en Truth Social.
“No hay manera de que ella pueda respaldar al corrupto Joe Biden, el peor y más corrupto presidente de la historia de nuestro país, y ser desleal al hombre que le hizo ganar tanto dinero”, añadió.
Al respecto, Juan Daniel Garay Saldaña, doctorante en Ciencias Políticas y Sociales con enfoque en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, explicó el alcance de las figuras populares en las contiendas estadunidenses de camino a la Casa Blanca.
“Definitivamente la búsqueda de celebridades como capital político no es algo nuevo, se identifica en la segunda mitad del siglo XX, a partir de la década de los 70, 80 que es cuando los partidos se acercan a las figuras del entretenimiento, no sólo de la música, sino también de los deportes, personajes populares que pudieran acarrear votos, sobre todo en la parte de los indecisos, y los jóvenes. En los votantes nuevos se buscaba inclinar las balanzas a favor, más aún en los llamados estados pendulares donde se decidían las elecciones”.
El dato
Declaraciones
Miley Cyrus, Whoopi Goldberg y el actor Bryan Cranston prometieron irse de Estados Unidos si Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales en 2016.
Desilusión social
Dicho fenómeno, asegura el también docente de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la FES Aragón, atiende a un desencanto muy importante por parte de la población joven en EU.
“Surgen movimientos contraculturales, los hippies, otros de minorías como la propia afroamericana y esto lleva a que los políticos se planteen estrategias novedosas, pues se presentaron marchas o mítines que reclamaban a gobiernos de ambos partidos, porque casos como el de la guerra de Vietnam le toca tanto a demócratas como a republicanos, que son repudiados por los jóvenes, entonces se plantean estrategias bajo la cultura popular”, afirma.
Así, asegura Garay Saldaña, “grandes personalidades de Hollywood mostraron ciertas inclinaciones. El caso de Marilyn Monroe, actores como Clint Eastwood, que planteaban sus simpatías a los partidos; no era una estrategia de lleno, pero eran señales de cómo se podría hacer una nueva política”.
Según un estudio sobre el impacto de las celebridades en las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos realizado por la Universidad de Tennessee, los demócratas a los que no les agradaba Jennifer Aniston, mostraron menos simpatía por el partido cuando la actriz le dio su apoyo. Por el contrario, los republicanos vieron con agrado la simpatía del quarterback, Peyton Manning, aunque se trató de una reacción “muy modesta”.
Al respecto, Garay Saldaña afirma que “un personaje conocido podría ser perjudicial, sobre todo cuando el famoso se ve involucrado en escándalos de violencia, de discriminación, comentarios homofóbicos, de expresiones contra ciertos grupos o minorías, los partidos no pueden controlar a los famosos en todo su espectro”.
Los swifties
A Taylor Swift la han presionado para que defina una ideología”, asgura el académico sobre la cantante de 34 años. “Yo creo que los candidatos más que quieran el apoyo, tienen temor de que ella se ponga en contra de alguno de ellos”, añade.
Asimismo, asegura que los votantes jóvenes serán importantes, “sobre todo con los 300 millones de seguidores que la cantante tiene en redes sociales; por supuesto que de ellos un gran porcentaje está en EU, y muchos ya han manifestado que votarán en el sentido que lo haga Taylor Swift”.
El poder suave de personajes como Taylor Swift nos debe de preocupar, afirma el investigador. “La importancia de la cultura popular determina las tendencias de los jóvenes y ya incluso de sectores mayores, que parecen no tener un conocimiento sobre la política, sus derechos, sus obligaciones y que carecen de claridad en torno a las plataformas electorales y de los partidos”.
Y finaliza: “No saben qué les están ofreciendo y ni ellos mismos saben si están desesperanzados, desilusionados en la parte política y decanta en comentarios del tipo: ‘Como no sé, no me interesa, no entiendo o desconozco qué podría pasar en un futuro, voy a seguir el voto de mi artista favorito o favorita’ y hablamos de millones de votos en una sociedad desinformada”.
Fuente: Excélsior