En Yucatán, casi 70 mil menores salen a trabajar por la situación económica de sus familias
El Inegi reportó que el 15% de la población de 5 a 17 años de Yucatán tiene que trabajar de forma ilegal
Datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) revelan que el 15 por ciento de la población total de entre 5 y 17 años en la entidad laboran ilegalmente, es decir, casi 70 mil menores, lo que coloca a Yucatán en el 14º lugar nacional por la población infantil o adolescente que se emplea, cifra 3.1 por ciento mayor al informe anterior del 2019.
El presidente de la organización Hogares Maná, Víctor Chan Martín, señaló que continúa la estrategia conjunta de varias asociaciones civiles para combatir el trabajo infantil en Mérida y en todo Yucatán. Tan solo en el primer cuadro de la ciudad, así como en los principales mercados, hay por lo menos 27 menores de 18 años laborando como cargadores, diligencieros, en puestos de fruta o verdura e incluso como acomodadores de diversos comercios con la autorización de sus padres.
Algunos de los papás de los menores -que pidieron el anonimato- aseguraron que les gustaría que sus hijos tuvieran mejores oportunidades, sin embargo, alegaron que, debido a la situación económica en la que se encuentra la familia, los niños “tienen que ayudar a traer el sustento”.
Tal es el caso de J.C.M de 13 años, quien compartió que desde los 10 años trabaja con su madre, que se dedica a vender diversos productos; él traslada la mercancía a los puntos donde se tiene que poner el puesto; además, se alquila como cargador de comerciantes mayoristas que van a surtirse en las primeras horas del día en los mercados. Aunque indicó que si le gustaría ir a la escuela, prefiere no hacerlo porque tiene que ser “ley” (solidario) con la familia.
Por su parte, F.M.P. —que no quiso dar su edad— indicó que la vida de los que menos tienen es más difícil e indicó que desde pequeña ayudaba a su madre a vender, por lo que no ve mal que sus hijos la ayuden, y aunque indicó que sí van a la escuela, sus hijas mayores la abandonaron tras concluir la primaria por decisión propia. “Ya después de los 15 ellas pusieron sus propios puestos y mi hijo el grande, de 19, comenzó cuando tenía 16 a chambear como cargador y hasta ahora sigue ahí.
Objetivo de la estrategia
Por su parte, Chan Martín explicó que el objetivo de esta estrategia es concientizar a los ciudadanos sobre las consecuencias de dar dinero o comprar productos a menores trabajadores, ya que esto perpetúa la práctica del trabajo infantil.
Dijo que, aunque se ha avanzado y ha estado promoviendo dicha campaña que se considera crucial, al darle una moneda a un niño no solo se está fomentando un delito, sino que se le muestra al explotador una manera de obtener dinero y “se incentiva” la explotación de más infantes.
Destacó que, aunque es responsabilidad del gobierno combatir el trabajo infantil, la sociedad también debe actuar como vigilante para ayudar a erradicar este problema. Reiteró que es un delito con penas severas para quienes lo fomenten, por lo que se instó a los ciudadanos a reportar cualquier caso de menores en esta situación.
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Fuente: PorEsto!/Darcet Salazar