Ucrania y Moldavia inician conversaciones para su adhesión a la UE
Ucrania espera sumarse a la UE en 2030, pero antes debe llevar a cabo decenas de reformas institucionales y jurídicas.
La Unión Europea inició el martes conversaciones de membresía con Ucrania, una década después de que tropas rusas tomaron la península de Crimea para disuadir al país de acercarse a Occidente, un evento que desencadenó una serie de acontecimientos que llevaron a ambos países a una guerra prolongada.
Las negociaciones para la adhesión de Ucrania comenzaron en una conferencia intergubernamental celebrada en Luxemburgo. Moldavia también tiene previsto iniciar sus conversaciones de adhesión durante la tarde del martes. Estos eventos marcan hitos importantes en su camino hacia la integración europea, aunque las negociaciones podrían tardar años en concluir.
En sus palabras de apertura, presentadas a través de un enlace de video, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, describió el inicio de las conversaciones como «un día histórico» que marca «un nuevo capítulo» en los vínculos de su país con el bloque, especialmente en un momento en que continúa la guerra con Rusia.
“Entendemos perfectamente que todavía tenemos mucho trabajo por delante en el camino hacia la adhesión. Estamos preparados para ello. Hemos demostrado que podemos actuar con rapidez y lograr lo imposible”, afirmó Shmyhal.
La ministra belga de Asuntos Exteriores, Hadja Lahbib, cuyo país ocupa actualmente la presidencia rotatoria de la UE, también calificó el evento como “un momento histórico para todos nosotros y marca un hito en nuestra relación”.
Lahbib condenó la «guerra de agresión injustificada y no provocada de Rusia contra Ucrania» y elogió la resistencia del pueblo ucraniano. Además, reafirmó que la UE continuará apoyando a Ucrania en su conflicto con Rusia “durante el tiempo que sea necesario y tan intensamente como sea necesario”.
La delegación ucraniana estuvo encabezada por la viceprimera ministra para la integración europea y euroatlántica, Olga Stefanishyna. “Este es un momento verdaderamente histórico para mi país. Toda la nación respalda esta decisión”, dijo Stefanishyna a los periodistas a su llegada a la ceremonia. Añadió que la apertura de las conversaciones dará a los ciudadanos de Ucrania «la fuerza moral para seguir resistiendo» la invasión rusa.
La conferencia intergubernamental dio inicio oficialmente al proceso de armonización de las leyes y normas del país con las del bloque de 27 países, que está especialmente preocupado por la corrupción en Ucrania. Sin embargo, es poco probable que las negociaciones reales comiencen antes de unos meses.
Tanto Ucrania como Moldavia solicitaron su adhesión a la UE en los días y semanas posteriores a la invasión rusa en febrero de 2022. En junio de 2022, los líderes de la UE ya habían formalizado su interés en la membresía de ambos países. Pero desde entonces, el proceso ha avanzado lentamente para Kiev, y la adhesión, si se produce, podría tardar años.
Las negociaciones de adhesión de Turquía, por ejemplo, han durado casi dos décadas sin resultados concretos. Sin embargo, el inicio del proceso de negociaciones con Ucrania es otra señal de solidaridad con el país, más allá del apoyo financiero que le ha brindado la UE, que los funcionarios estiman en unos 100 mil millones de euros (107 mil millones de dólares). También es una muestra de apoyo a Moldavia, que ha enfrentado sus propios desafíos con Rusia.
Los países candidatos deben adecuar sus leyes y normas a las de la UE en 35 áreas políticas, conocidas como capítulos, que van desde la libre circulación de mercancías, la pesca, los impuestos, la energía y el medio ambiente, hasta los derechos judiciales y la seguridad. Se necesita un acuerdo unánime de los 27 países miembros para abrir o cerrar capítulos, lo que brinda amplias oportunidades para que los países de la UE exijan más trabajo o retrasen los procedimientos.
Hungría, que asumirá la presidencia rotatoria de la UE de manos de Bélgica en julio, ha frenado sistemáticamente el apoyo de la UE y la OTAN a Ucrania.
«Estamos todavía en el comienzo del proceso de selección. Es muy difícil decir en qué fase se encuentra Ucrania. Por lo que veo aquí, en este momento, está muy lejos de cumplir los criterios de adhesión», dijo el ministro húngaro de Asuntos Europeos, Janos Boka, a su llegada al lugar de la reunión.
Ucrania, que limita con Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumania, miembros de la UE, superaría a Francia y se convertiría en el mayor miembro del bloque si se uniera, desplazando su centro de gravedad más hacia el este. Como importante productor de cereales, su ingreso tendría un enorme impacto en la política agrícola de la UE.
Junto con Moldavia, Ucrania se suma a una larga lista de aspirantes a la UE —Albania, Bosnia y Herzegovina, Georgia, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y Turquía— que desde hace años aspiran a ser miembros del bloque y que se han sentido abandonados por el rápido progreso de Kiev.
Ucrania espera sumarse a la UE en 2030, pero antes debe llevar a cabo decenas de reformas institucionales y jurídicas. Esa abrumadora lista de tareas está encabezada por medidas para combatir la corrupción e incluye amplias reformas en la administración pública y el poder judicial.
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Fuente: Excélsior