El uso de grandes cantidades de filtro protector o bloqueador solar, que aumenta en periodos vacacionales, causa un impacto negativo en la naturaleza, de manera tal que se hace necesario difundir también información de sus propiedades y efectos no sólo de sus beneficios para los seres humanos.
Mirna López Pacheco, ingeniera Físico y Maestra en Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), con 15 años de experiencia docente a nivel licenciatura y posgrado, deja en claro que toda actividad humana tiene un impacto en la naturaleza y rompe con lo establecido.
Sobre el uso de filtros y bloqueadores, destaca que es el gran número de personas que usan estos productos en un mismo espacio lo que afecta al entorno.
La falta de información sería también causa del efecto negativo en los ecosistemas costeros debido al uso de grandes cantidades de bloqueadores y filtros.
Para empezar, aunque en apariencia son lo mismo, en realidad el filtro protector y el bloqueador solar son diferentes. Consistencia y protección marcan la diferencia entre ambos.
Los protectores son transparentes e invisibles, se difuminan más rápido al aplicarlos y hay que utilizarlos varias veces.
Por su parte, los bloqueadores incluyen entre sus ingredientes óxido de zinc y de titanio. Este último impide que la radiación ultravioleta alcance la piel debido a que refleja los dos tipos de rayos UV: UVA y UVB. En cambio, el protector reduce la cantidad de rayos que penetran en la piel al absorber la radiación ultravioleta.
Pero los beneficios que ofrecen a las personas no son tan favorecedores para el entorno natural costero; algas, corales y peces son los más sensibles a estos productos.
“Las personas aplican estos productos químicos de textura aceitosa como una forma de protegerse del sol, de las quemaduras que producen los rayos ultravioleta o para darle a la piel una tonalidad saludable, pero la gran mayoría lo hace sin pensar en el daño ambiental. No hay conciencia ni responsabilidad”, enfatiza la maestra Mirna López.
Otro punto que destaca es que las farmacéuticas elaboran sus productos únicamente pensados para proteger la piel y no en el daño ambiental que causan.
Los bloqueadores y filtros están prohibidos en piscinas, albercas y cuerpos de agua dulce porque afectan el filtro, en el caso de las primeras, y las características del agua.
Algunas publicaciones en redes sociales hacen énfasis en los efectos poco positivos de estos productos al contacto con el agua del mar y el daño progresivo hacia las algas y corales.
¿Cómo causan daños? Algunas de estas moléculas destruyen las zooxantelas, que son microalgas que viven en simbiosis con los corales.
Algunos filtros ultravioleta de las cremas tienen efectos negativos, ya sea porque no son fácilmente biodegradables y se acumulan en el medio, o por su toxicidad para la vida marina. El más frecuente es: octocrileno, tóxico para la vida acuática y poco biodegradable.
Además de los efectos sobre el coral, los investigadores descubrieron que los productos químicos de los protectores solares disminuyen la fertilidad de los peces y el crecimiento de las algas, causan deformidades en mejillones y erizos de mar jóvenes y se acumulan en los tejidos de los delfines.
Bloqueadores y protectores solares no son lo único que afecta el entorno marino, la presencia de elementos como aceites y lubricantes de las embarcaciones y motores también son fuente de contaminación. “Todo exceso es malo, todo tiene un límite, contamina desde una persona hasta los grandes cruceros, todo tienen un impacto, un efecto”, dice la maestra Mirna López.
La entrevistada insiste en la importancia de generar conciencia, de que fluya información sobre estos temas para asumir un compromiso de protección y cuidado.
De acuerdo con expertos, para protegerse del sol una opción sería usar ropa adecuada para nadar o hacerlo muy temprano por la mañana o entrada la tarde.
El aceite de coco
Algunas publicaciones refieren que el aceite de coco puede ser una buena opción para usar como base para protegerse del imponente sol porque es un protector natural, además de que sirve para combatir el acné.
El aceite de coco, según expertos en el ramo, ayuda a proteger la piel de los rayos ultravioleta (UV), lo convierte en un excelente protector solar natural, pero se recomienda un uso moderado y prudente, pues no todas las pieles son iguales ni tampoco los niveles de radiación solar a los que ésta se expone.
Estudios
Mirna López Pacheco, ingeniera Físico y Maestra en Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), es profesora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Anáhuac Mayab.
Materias
Entre las materias que imparte están Impacto ambiental, Monitoreo y evolución de la contaminación, Mecánica de fluidos, Contaminación por ruido y vibraciones, Contaminación de aire y meteorología, entre otras.
Una barrera
De acuerdo con Fundación Mexicana para la Dermatología A.C., un bloqueador, protector o filtro protegen la piel de las radiaciones del sol como rayos ultravioleta, luz roja o azul, estos productos “van a formar una barrera entre éstos”.
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán