viernes, noviembre 22

Quintana Roo pone ‘candado ambiental’ al mercado inmobiliario

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Los expertos señalan que el tiempo de respuesta de las autoridades es largo para resolver permisos y declaratorias para demoler y construir, lo que retrasa inversiones.

El gobierno de Quintana Roo reformó la Ley de Equilibrio Ecológico, para exigir que todas las transacciones inmobiliarias en el estado cuenten con una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), para frenar el desarrollo irregular y proteger el entorno natural.

Esta medida, aplaudida por expertos por su potencial para regular el crecimiento urbano, plantea retos importantes para los desarrolladores inmobiliarios, que deberán enfrentar procesos más largos y complejos para actualizar propiedades previas a la reforma.

“Poner este candado donde desarrollas (es bueno), pero ahora para vender y reportar en el Registro Público de la Propiedad y Comercio, debes demostrar que hiciste los estudios, eso es positivo porque va a obligar a los inmobiliarios no brincarse las trancas y seguir los procedimientos”, afirmó Patricia Ocaña Luna, presidenta del Colegio de Biólogos de Quintana Roo.

Agregó que en un trimestre se pueden pedir 30 MIA´s, pero el número de registros públicos de propiedad triplican esa cifra.

“En un trimestre entran a la Secretaría del Medio Ambiente del estado aproximadamente 30 estudios para evaluación de impacto ambiental y si ves los que entran al Registro Público de la Propiedad, hay una diferencia del 200 o 300 por ciento de los que se registran y los que realmente están solicitando sus autorizaciones”, explicó.

Quintana Roo es atractivo para la inversión inmobiliaria de todo tipo, lo que ha ocasionado una depredación del territorio, el crecimiento desordenado y la devastación de selvas y áreas protegidas.

Generará impacto al mercado

La nueva medida decretada por el gobierno estatal generaría impactará al mercado inmobiliario, según Gene Towle, director de la consultora Softec, pues existen miles de construcciones previas a esta reforma que no cuentan con manifestaciones de impacto ambiental.

“Esto es correcto para los nuevos desarrollos, pero la duda es: qué pasa con lo que ya existe. Si tú compras un hotel que se hizo antes de que existiera esta regulación, ya no lo puedes comprar, ya no lo puedes vender, ya no se puede la transacción”, alertó Towle.

Cancún fue el segundo mercado más grande de vivienda el año pasado, según Softec. En 2023, se vendieron alrededor de 58 mil millones de pesos en vivienda social, residencial, vacacional y plus, principalmente.

“El reto en Cancún-Riviera Maya tiene que ver con las regulaciones ambientales, con la infraestructura urbana y la disponibilidad de servicios, agua y luz, que pueden empezar a meter complicaciones al mercado”, dijo.

Fuentes: El Financiero.

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