Reducción de jornada laboral implica menos horas, pero más chamba: Estos son los pros y contras
Aunque la iniciativa de reforma para la reducción de la jornada laboral implica ocho horas menos de trabajo, la propuesta presenta riesgos para trabajadores y empresas.
¡Todos queremos vivir ese sueño, señor Pool! En su primer discurso desde el Zócalo de CDMX como presidenta de México, Claudia Sheinbaum prometió la aprobación de la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas.
La declaración generó expectativa entre los empleados mexicanos que desean trabajar menos, pero… ¡tenemos malas noticias! Esa posible reducción de la jornada laboral, que podría aprobarse antes de Navidad, implica ventajas y desventajas para trabajadores, así como riesgos para las empresas que deben ser bien analizados antes de poner en marcha un cambio constitucional.
Así lo expresaron Gabriel Badillo, académico en el Área de Desarrollo y Políticas Públicas del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, y Beatriz Robles, directora de Operaciones de Manpower.
¿Cuáles son los peligros para los empleados de la reforma para la reducción de la jornada laboral que se esconden como si fueran las letras chiquitas de un contrato? ¿Qué riesgos corren las empresas?
¿Qué problemas implica la reducción de la jornada laboral?
Claudia Sheinbaum prometió consenso con empresarios sobre la reducción de la jornada laboral a 40 horas de manera paulatina. No obstante, esa posible reforma a la Constitución implica riesgos.
Los trabajadores verían recortada la jornada laboral, pero tendrían que incrementar su productividad. Es decir, trabajarán menos tiempo a cambio de un aumento en la producción.
Beatriz Robles, directora de Operaciones de Manpower, señala que la reducción requiere acompañamiento de una mayor productividad de los trabajadores y de inversión de la empresa.
“El objetivo es que esta reducción esté acompañada de un incremento en la productividad, lo cual no pasa de manera automática. Hay que invertir en investigación y desarrollo, en capacitación y tecnología. Es por eso la insistencia de los empresarios en que sea una aplicación gradual”, destacó.
Además, existe el riesgo de sobrecarga de trabajo para los empleados, advierte Gabriel Badillo, académico en el Área de Desarrollo y Políticas Públicas del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
“Una mala implementación (de la reforma) podría aumentar los costos laborales, la sobrecarga para trabajadores que ya están contratados en algunas empresas”, alerta.
Otro peligro de la reforma sobre la reducción de la jornada laboral es que puede implicar mayores costos o la contratación de más personal, según Badillo.
“Ahorita, el país está inmerso en una serie de reformas, la judicial, la eliminación de órganos autónomos. Todo eso no crea un clima favorable y puede desincentivar la inversión”, declaró en entrevista con El Financiero.
¿Qué hacer para reducir la jornada laboral de manera exitosa?
Ambos especialistas coinciden en que la implementación del recorte a la jornada laboral debe ser cautelosa. Eso evitará reformar la reforma como ocurrió con el cambio al Poder Judicial.
“La reducción de jornada se tiene que implementar de forma precisa y gradual en los próximos años. Hay ejemplos en la región, de países que ejecutaron la reducción de jornada laboral. Lo que hemos visto es que en promedio estas reducciones toman entre 3 y 5 años”, detalló Beatriz Robles.
Gabriel Badillo considera que antes de aprobar la reforma, se debe analizar en qué sectores no sería viable instrumentar la iniciativa.
“Habrá sectores en los que no se pueda implementar la reforma. Las empresas grandes que tienen mayor productividad, tal vez, podrían contratar más trabajadores, o simplemente reducir la jornada de trabajo; no obstante, habría casos en los que esto no sería posible, como las pequeñas y medianas empresas”, dijo.
Badillo añadió que otra dificultad son los sindicatos. “Esa es una de las grandes dificultades y características de México. Al haber estos contratos y organización de los trabajadores, sería difícil, diseñar una reforma específica para cada sector y tipo de empresa”, aclaró.
¿Qué otros retos podrían enfrentar las empresas si se apruebe la reforma laboral?
La reorganización en las cadenas de producción, el costo de la reforma, así como la contratación de trabajadores adicionales son costos que podrían acompañar el cambio en la Ley Federal del Trabajo.
“El primer reto es reorganizar la forma en la que se producen bienes y servicios. Es importante, porque muchas empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, no adoptan estrategias organizacionales modernas”, apuntó el especialista.
Gabriel Badillo agregó que otro reto sería “el costo de la reforma en caso de que aumente la contratación”, situación que puede impactar a las Pymes.
Hasta ahora, las empresas observan tres costos ligados a la reducción de jornada:
Contratación de personal adicional para cubrir las operaciones.
Turnos y pago de horas extras.
Si la reforma implica primas sabatinas.
¿Qué efectos positivos podría traer la reforma laboral para los trabajadores?
Moritz Cruz, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, considera que los beneficios de la reducción de la jornada laboral puede ser mejor salud mental o física del personal.
“La reducción de 48 a 40 horas podría implicar que un trabajador esté en mejores condiciones mentales o físicas para realizar sus actividades de manera más eficiente”, comentó.
Detalló que el cambio constitucional impulsaría a México al grupo de países avanzados con una jornada laboral reducida.
“Si este país aspira a acercarse en todos sentidos a los niveles de vida o de bienestar que tienen los países más avanzados, mucho pasa por la legislación laboral. Ese es el camino. Que los trabajadores ganen derechos y tengan un trabajo bien pagado y condiciones laborales seguras, sanas y justas”, afirmó.
Fuentes: El Financiero.