viernes, noviembre 15

Hospital de Alta Especialidad en Mérida disminuye un 78% en sus operaciones en quirófano

0
30

El Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (Hraepy) muestra un declive alarmante en su productividad en menos de un año: en agosto de 2023 realizaban en promedio 88 intervenciones quirúrgicas diarias y actualmente apenas si alcanza las 19, es decir, una reducción del 78 por ciento.

A la par de esta debacle operativa, el nosocomio, que en otro tiempo fue ejemplo de servicios de primera, ha perdido precisamente la calidad en la atención médica, entre otras razones por la falta de mantenimiento: la planta de energía eléctrica lleva más de un año sin recibir atención, lo que causa constantes fallas de luz. Médicos han reportado cortes de energía en pleno procedimiento quirúrgico y se ha puesto en peligro la vida de los pacientes.

Esta situación es especialmente peligrosa para pacientes de la tercera edad, niños y personas con condiciones de salud preexistentes, como problemas cardíacos o de tiroides, quienes son más susceptibles al calor extremo. El personal médico asegura que el aumento de la temperatura dentro del hospital ha contribuido a un incremento en la tasa de mortalidad, en comparación con años anteriores.

Incluso, hay familiares de pacientes que han tenido que llevar ventiladores, con el alto riesgo de propagar infecciones por la “dispersión” de virus y hongos en el ambiente.

La falta de solución a este problema es una muestra más de la negligencia por parte de la administración, encabezada por Franz Suárez, actual director del nosocomio. Imágenes enviadas por usuarios del hospital revelan el deplorable estado del inmueble: techos con filtraciones, humedad en diversas áreas y deterioro visible en general. Estas condiciones no solo afectan la calidad del servicio, sino que también representan un foco de infecciones.

Aunado a ello, hoy día se observa también en un evidente descuido en sus instalaciones, pese a que hay facturas de millonarios contratos con empresas de limpieza y mantenimiento, avaladas por otro “personaje” que, según los trabajadores, es el otro responsable de la crisis: Rossana Fuentes Suárez, actual directora de Administración del Hraepy, quien tiene un expediente turbio en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Fuentes Suárez fungió como administradora de la clínica” T1” y después del hospital Juárez, y en ambos casos los trabajadores interpusieron más de 500 quejas en su contra ante instancias legales y laborales, que no han procedido. Es más, no sólo no ha sido castigada, sino que ha sido premiada: fue reubicada al Hospital de Alta Especialidad.

Trabajadores señalan que ante el IMSS hay múltiples quejas por presuntos amaños con proveedores y algunos pacientes recuerdan que durante su gestión el Instituto padeció grave desabasto de medicamentos. Además, fue precandidata del PRI a la alcaldía de Umán, y pese a su cercanía con varios políticos, no fue seleccionada.

Así, la lista de irregularidades, algunas de las cuales denunció ayer POR ESTO!, se alarga, ante la inexperiencia supina de su director y el dudoso proceder de su “brazo derecho”, Rossana Fuentes Suárez, quienes no han dado la cara ni han dado explicaciones del mal manejo del hospital.

Como informamos ayer, el abandono del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (Hraepy) ha transformado a esa institución que debería ser de salud y vida en una fuente de enfermedad y muerte: de 2023 a la fecha, la mortalidad se ha incrementado 66 por ciento, revelan fuentes que pidieron el anonimato.

Este déficit en la atención se debió a la ahora inexplicada cancelación de litación pública para los servicios médicos integrados, hace un año, y de la que la única “razón” fue que se estaban “ajustando los parámetros del presupuesto”, para el siguiente año.

También publicamos que el personal confió a POR ESTO! que Rossana Fuentes Suárez tiene un expediente negro el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde donde llegó, ya ha motivado denuncias penales y quejas ante la Secretaría de la Contraloría.

Una reciente auditoría reveló el destino incierto de unos 14 millones de pesos, sin comprobar, porque Fuentes Suárez no ha querido revelar el paradero de este monto, lo que le ha granjeado entre la comunidad médica y pacientes señalamientos de malos manejos.

La funcionaria fungió como administradora de la clínica T1 y después del hospital Juárez, ambos del IMSS. Según trabajadores de ambas instituciones hay más de 500 quejas en su contra ante instancias legales y laborales, sin embargo, no recibió sanción alguna y, por el contrario, fue reubicada al Hospital de Alta Especialidad.

Entre su historial se encuentra que fue precandidata del PRI a la Alcaldía de Umán, sin embargo, pese a su cercanía con varios políticos, no fue seleccionada. Trabajadores señalan que ante el IMSS hay múltiples quejas por presuntos amaños con proveedores y algunos pacientes recuerdan que durante su gestión el Instituto padeció grave desabasto de medicamentos.

Fuentes: Por Esto.

Leave a reply