miércoles, diciembre 4

Yucatán: aumento a un impuesto a las navieras; una amenaza para el turismo

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A pesar de la naturaleza cooperativa y abierta que tienen las navieras con el gobierno de México, su anuncio de cobro de 42 dólares por extranjero tomó por sorpresa a la industria porque elimina el estatus de excepción del tránsito de cruceros que llevaba una década sin cobro de este impuesto a los cruceristas, señaló la directora general de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe, (FCCA, por sus siglas en inglés), Michelle Paige.

Se quejó de que esta medida fue sin participación de las navieras asociadas que vienen a los puertos mexicanos y sin que aquellos entiendan las consecuencias que traerá la aprobación “fast track” por el Congreso mexicano.

“No hubo alguna notificación, afecta los negocios de cruceros y al turismo”, dijo. “Es preocupante la medida, puede amenazar el turismo de cruceros a futuro. El cobro de 42 dólares por pasajero de crucero convertirá a México en el destino más caro de la región”.

“México súbitamente será 213% más caro que cualquier otro puerto del Caribe. Esto haría que los puertos mexicanos queden fuera del mercado”, dijo.

“En 2025 han reservado sus viajes miles de turistas, no tienen tiempo para planear y pagar este impuesto de último minuto, es que así para no afectar a nuestros huéspedes, los integrantes de la asociación han sido forzados a adoptar este aumento y evalúan nuevos destinos para hacer a un lado a los puertos de México”.

Caída en el turismo en México

La dirigente destacó que el impuesto generará una caída de este segmento turístico, habrá menos demanda de los destinos y menos turistas de cruceros que gastan su dinero en el país.

La afectación económica es importante porque los cruceros de Estados Unidos generan una derrama de 1,000 millones de dólares; es decir, 20 mil millones de pesos, y 200 millones de dólares en salarios, lo que es 4,000 millones de pesos.

De esta derrama se benefician miles de ciudadanos y pequeños negocios que dependen del turismo.

“Quienes visitan México en crucero, después de pasar un tiempo maravilloso, regresan para unas vacaciones más largas”, recalcó. “El 60% de los cruceristas regresa a los destinos que visitaron”.

“Es decepcionante que a pesar del efecto dominó negativo que generará este impuesto, la industria naviera tenga poca participación en el gobierno, este cobro representa un golpe a los bolsillos de los turistas”, insistió.

“En nuestra industria nos esmeramos a construir relaciones duraderas, un diálogo abierto, en beneficio de la gente, para alcanzar las metas compartidas, crear empleos y respaldar planes económicos”.

“Los beneficios y el impacto son duraderos mucho después de que se van los turistas de cruceros”.

Pide diálogo con los empresarios navieros

Michelle Paige pidió a los legisladores mexicanos que pausen la votación en el Senado de la República y que el gobierno federal busque el diálogo con los empresarios navieros antes de promulgar el decreto que pondrá en riesgo de perder el turismo de cruceros en México.

Si no cambia la visión de los legisladores y el gobierno mexicano e impone este cobro, las navieras se retiran y si el gobierno quiere que vuelvan, tiene que pasar al menos dos años porque requiere un ciclo de planeación de itinerarios, remarcó.

“Cada puerto beneficiado por el turismo de cruceros tiene que sensibilizar a las autoridades mexicanas de este grave problema”, dijo.

“El perjuicio es para todo México. Aunque crean que no cosechan los beneficios de este turismo, que lo piensen de nuevo, porque los cruceristas y tripulación gastan en servicios de taxis, en todos los negocios, es que así la economía de México se verá afectada”, apuntó.

El gobierno mexicano no ha hablado con los integrantes de la asociación, reiteró. No tienen ni idea de la implementación y cada una de las 23 navieras asociadas analizan por su cuenta si van a dejar de traer sus barcos a los puertos mexicanos.

Los gobiernos locales cobran por atraque de cada barco, pero la cuota que pretende aplicar el gobierno federal rebasa por mucho el monto que pagan por la permanencia del crucero. Cozumel cobra 28 dólares, Mazatlán 16.18 dólares, Ensenada 18 dólares, Los Cabos 20 dólares y la Costa Maya 18.37 dólares, entre las tarifas que recuerda.

“Es inédito este un incremento de impuestos que quiere cobrar México por cada extranjero que llega en crucero. Hace dos décadas nos sentamos con el gobierno mexicano en turno para poner sobre la mesa este impuesto, trabajamos de manera proactiva para ayudar a México, pensamos que ya estaba solucionado”.

Luego dijo que la FCCA se puso en contacto con la secretaria de turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, y ella entendió y dijo que no quería que se interrumpiera el turismo de cruceros.

Asimismo, informó que estaba gestionando una prórroga de un año y que las navieras se sienten a dialogar con las autoridades mexicanas. Incluso, el comité de CEOS está listo para el diálogo, pero hasta hoy, no se ha concretada la reunión.

Retraso por el nuevo impuesto

Ante el posible cobro de 42 dólares por viajero, uno de los periodistas participantes le abrió la esperanza de que la aplicación de este impuesto podría retrasarse: el gobierno pausaría por seis meses el cobro de este impuesto.

“No sabía, nadie nos ha dicho”, señaló la dirigente. “Nos gustaría que fuera un año de plazo. Es una pesadilla e imposible de pagar si es en enero”.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

 

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