jueves, diciembre 12

¿En qué gasta un guadalupano? Devotos en Mérida lo revelan

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“Yo lo hago por la Virgen. Me tiene salvado a mi linda madre. Le dio cáncer y la salvó”, dice Fabián Chin Vela, de 21 años, al explicar los motivos de su travesía desde Tekit hasta la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, y de regreso, un recorrido que abarca más de 3,000 kilómetros en bicicleta.

El regreso no lo hizo solo. Lo realizó con sendas imágenes de la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo sobre su espalda. Al ponerlas de pie, estas resultan más altas que el muchacho. Él calcula que pesan como 50 kilos.

Las adquirió en la Ciudad de México y pretende llevarlas a casa. La figura del apóstol le costó 2,600 pesos. La de la Morenita, 2,500. En adquirirlas gastó poco más del 60% del dinero que juntó para realizar esta travesía para pedir por la salud de su familia.

El joven padre de familia, quien vende marquesitas en su pueblo natal, calcula que reunió más de 8,000 pesos para la hazaña. Y es que además de los retos físicos y espirituales, para los devotos de la Guadalupana también representa un gasto.

De Tekit a la Basílica

El vendedor ambulante explica que comenzó a ahorrar desde principio de año y agradece a quienes le dieron alojamiento o comida durante su camino. También hubo quienes le depositaron dinero.

Y es que su equipaje no es mucho: dos mochilas pequeñas, una colcha, una toalla y una botella para tomar agua. Todo amarrado a la bicicleta. Salió el 27 de octubre de Tekit y arribó a la Basílica el 19 de noviembre.

De regreso, una de sus paradas la hizo en el templo de San Cristóbal, en Mérida, dedicado a la Virgen de Guadalupe. Se quedó en la posada para peregrinos del templo. Ahí coincidió con otros dos ciclistas.

Darien de Jesús Koh Pinto, de 17 años, y José Fernando Kimil Canul, de 28. Ambos salieron el 1 de diciembre desde Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, a donde esperaban llegar hoy. El primero dice que tiene motivos personales para hacer el recorrido.

José Fernando vino para agradecer que la Virgen mantuvo con vida a su hijo que nació prematuro. “Yo le dije que iba a llegar acá a prenderle su veladora y gracias a Dios aquí estoy”.

Los artículos de la Virgen de Guadalupe

En San Cristóbal el flujo de peregrinos es constante. Tanto en el atrio como en los alrededores hay vendedores que ofrecen diferentes artículos religiosos. Rosarios, imágenes, playeras, paleacates y veladoras son los más comunes.

“A 30 pesos los decenarios. Hay blanco, rojo, morado, negro. También son pulsitos”, dice una mujer vestida con hipil sentada junto a su puesto, justo en el parque frente al templo católico.

Ahí, las “veladoras de vaso” están en 30 pesos y las imágenes de la Guadalupana, “para la pared” se consiguen en 150 pesos. Los cuadros con fotografías de la advocación están en 80 pesos. A un costado de la iglesia, en la esquina de la calle 50 con 67-A, hay un puesto donde venden diversas prendas con la figura de la Virgen.

– “¿A cómo las blusas?”, se pregunta.

– “Son vestiditos. A 250 pesos”, responde una mujer, mientras otra más joven toma fotografías “para subir al Feis”.

Ahí, hay paleacates con la figura religiosa a 25 pesos y el traje de “Juan Dieguito”, con camisa, pantalón de manta y tilma incluida, en 280 pesos.

En el atrio, los llaveros se encuentran en 50 pesos, los rosarios en 100 pesos y las playeras con la imagen del templo, en 120 pesos. Ahí, las veladoras están entre 25 y 35 pesos.

El gasto en la Virgen, “ni en cuenta”

“Somos muy devotos de la Virgen de Guadulpe“, dice Juanita Martín Cocom, al término de “su noche” en el docenario de rezos que su familia dedica a la advocación.

Ella y sus hermanas, junto con cuñados, hijos, sobrinos y ahora nietos llevan 50 años con la tradición que realizan en un predio de la calle 24 entre 33 y 31-B de la colonia López Mateos.

El “t’oox” de esa noche fue un conito relleno de carne molida y espagueti rojo. La nochera también corrió con el gasto de las flores para el altar de la Virgen y “quien quiera” paga también al organista que entona los cantos entre misterio y misterio del rosario. Su tarifa es de 950 pesos por noche.

Juanita, la mayor de los Martín Cocom, calcula que una nochera gasta entre mil y 2,000 pesos. Para Gualberto Aké, su cuñado, no importa lo que se gaste. Vale la pena por los favores recibidos.

Devoción a la Virgen de Guadalupe

Y es que la familia realiza varias actividades en torno a la Virgen de Guadalupe. En el pasado corrían con antorchas desde el interior del estado para llegar a cantar las Mañanitas a las 5 de la mañana al altar familiar, ubicado en una terraza que une tres de las viviendas de la familia.

Ahora ya no van al interior del Estado, pero en su lugar realizan una obra altruista. A las 10 de la noche del 11 de diciembre salen caminando rumbo al hospital O’horán, donde durante la madrugada reparten comida entre las personas que esperan durante la noche por algún familiar enfermo. “El año pasado en bicicleta fuimos”, dice Gualberto.

Para el 12 de diciembre, el gasto es grande. Hay mariachi a las 5 de la mañana, y luego, al término de la última noche. “Mi hijo los paga”, dice Juanita. El precio de los músicos en Mérida oscila entre los 2,000 y 2,300 pesos por 10 canciones.

Además se despachan cerca de 400 tamales con chocolate durante las mañanitas y en la noche, tortas de cochinita. Hubo alguna época en la que los festejos incluyeron cerveza, “cerca de 50 cartones”. Pero ya no.

Fuentes: Diario de Yucatán

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