En este marco, Yucatán ha logrado posicionarse como uno de los estados más avanzados del país en este ámbito, superando el promedio nacional en la realización de trasplantes y fortaleciendo su infraestructura médica.
Cifras que respaldan el avance
Según datos del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), durante 2024 Yucatán alcanzó una tasa de 30.2 trasplantes de órganos sólidos por cada millón de habitantes, superando el promedio nacional de 23.2. En el primer año del actual gobierno estatal, se realizaron 117 procedimientos de trasplante de órganos y tejidos, lo que ha cambiado positivamente la vida de muchas personas.
Además, el índice de donación por muerte encefálica —uno de los principales indicadores de generosidad social— subió a 4.7 por millón de habitantes, una cifra que representa un notable incremento frente al 3.01 registrado en el mismo periodo del sexenio anterior.
Una historia médica de largo aliento
Estos logros son resultado de décadas de avances en el sistema de salud mexicano. El país realizó su primer trasplante renal en 1963, y en 1988 se logró el primero de corazón con éxito en el Hospital La Raza del IMSS. Con la creación del Cenatra y las reformas a la Ley General de Salud, se establecieron las bases legales y técnicas que hoy permiten a entidades como Yucatán consolidarse en el rubro.
Actualmente, el estado cuenta con recursos médicos clave: el único Banco de Córneas del Sureste del país, que no sólo atiende la demanda local, sino también suministra tejido a otras regiones. Asimismo, mantiene colaboración con el Banco de Hueso y Tejidos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, lo que permite dotar de injertos óseos procesados sin costo a pacientes en situación vulnerable.
A esto se suma un programa estatal que entrega gratuitamente medicamentos inmunosupresores a personas de bajos recursos sin cobertura de seguridad social, garantizando así la viabilidad de los trasplantes realizados.
Fomentando la cultura de donación
El Centro Estatal de Trasplantes de Yucatán (Ceetry) también promueve el conocimiento sobre la donación entre la juventud mediante la creación de comités en instituciones de educación superior. Además, apoya investigaciones como la publicada en la Revista Mexicana de Pediatría, que analiza los resultados obtenidos en trasplantes renales pediátricos en la región.
Más allá de las estadísticas, cada donación representa una historia de esperanza: un solo donante fallecido puede beneficiar a hasta ocho personas, lo que convierte a las familias donantes en protagonistas de actos de humanidad que trascienden el dolor.
A nivel nacional, más de 19 mil personas permanecen en espera de un órgano o tejido. Esto resalta la urgencia de seguir promoviendo una cultura de donación solidaria en todo el país.
Redacción: Yucatánalamano.