Señaló que este tipo de lesiones se presentan con mayor frecuencia en temporadas festivas, cuando se incrementa la exposición a detonaciones de alta intensidad.
De acuerdo con la especialista, la audición normal se encuentra en un umbral de hasta 20 decibeles, y cualquier sonido que supere ese nivel de forma repetida puede provocar hipoacusia.
Las explosiones de fuegos artificiales pueden alcanzar niveles superiores a los 120 decibeles, lo que representa un riesgo elevado de trauma acústico agudo, una lesión que puede dañar de manera directa el oído interno.
Cifras de organismos internacionales indican que más de mil 500 millones de personas en el mundo viven con algún grado de pérdida auditiva. En México, se estima que más de dos millones de personas presentan esta condición, incluyendo miles de niñas y niños.
La especialista explicó que, aunque la pérdida auditiva puede ser hereditaria o congénita, también existe un número importante de casos adquiridos por exposición al ruido, como el generado por pirotecnia, bocinas a alto volumen y el uso prolongado de audífonos.
Ante este escenario, se recomienda evitar la cercanía con juegos pirotécnicos, reducir la exposición a ruidos intensos y acudir a revisiones auditivas periódicas.
La especialista subrayó que síntomas como zumbidos en los oídos, dolor, mareos o dificultad para escuchar deben atenderse de inmediato, ya que una detección oportuna puede evitar daños permanentes en la audición.
Por Redacción Yucatanalamano