Por Ariel Irigoyen.
Dijo que al iniciar oficialmente la temporada de invierno, los citricultores riegan con agua desde el amanecer hasta caer la noche sus plantas y cultivos hortícolas, toda vez que por la temporada invernal disminuyen las precipitaciones pluviales y los cítricos necesitan de mucha agua para cosecharse.
Señaló que éstas lluvias sorpresivas que han sido intensas, es un beneficio para el campo yucateco y es un momento de tranquilidad y reposo a los citricultores que dejaron de regar sus plantas y cultivos por algunas horas y días, aprovechando el beneficio de las recientes precipitaciones pluviales en el Estado.
Agregó que la Juguera de Akil está procesando la naranja agria para extraer el aceite de las cáscaras y el concentrado de jugo, ambas para su exportación al mercado internacional; se paga a los citricultores la cantidad de mil 500 pesos por la tonelada de la naranja agria y es lo que está trabajando ahora ésta planta.
Finalmente, Domínguez Aké recordó que en la Juguera de Akil, anteriormente se trabajó con la naranja dulce, toronjas y mandarinas, extrayendo el aceite de las cáscaras y el concentrado de jugo para su venta en el mercado internacional, y ahora están trabajando con la naranja agria; hace unos meses atrás, la planta estuvo laborando también con el limón persa.
