Con más de dos décadas dedicadas al cuidado del sistema musculoesquelético, el experto sostiene que este tipo de molestias no deben asumirse como inevitables y que, con un abordaje adecuado, pueden resolverse desde su causa.
Durante una charla reciente, Ortega —apodado el “mecánico del cuerpo” por su enfoque funcional— señaló que aproximadamente el 80 por ciento de las personas en países occidentales experimentará dolor de espalda en algún momento de su vida. Esta alta incidencia, explicó, no solo evidencia la magnitud del problema, sino también las fallas recurrentes en la forma en que suele tratarse.
Uno de los principales errores, afirmó, es concentrarse únicamente en aliviar el dolor sin atender su origen. El uso de analgésicos, el reposo excesivo o terapias aisladas pueden disminuir la molestia de manera temporal, pero no evitan que el problema reaparezca. “Si no se corrige la causa, el dolor siempre vuelve”, advirtió.
Ante este panorama, el especialista ha desarrollado un método integral que combina principios biomédicos con evidencia científica. Su propuesta se basa en diagnósticos personalizados y en la comprensión del cuerpo como un sistema interconectado, donde una alteración en una zona puede afectar al resto. “No se puede tratar una parte sin entender el conjunto”, explicó.
Ortega subrayó que factores como la falta de movimiento, una alimentación inadecuada, malas posturas y hábitos cotidianos deficientes influyen directamente en la salud de la espalda. En muchos casos, dijo, pequeños ajustes en la forma de sentarse, caminar o realizar actividades diarias pueden generar mejoras significativas.
Más que recurrir a soluciones rápidas o invasivas, el especialista apuesta por la educación del paciente y por devolverle la confianza en el movimiento. “La espalda está hecha para moverse, no para doler”, recalcó.
Estas ideas quedan plasmadas en su libro Tu dolor de espalda tiene solución (si sabes cómo), donde comparte estrategias basadas en su experiencia clínica para aliviar molestias persistentes y mejorar la calidad de vida de las personas.
Finalmente, Ortega invitó a dejar atrás la creencia de que el dolor de espalda es una consecuencia natural del paso del tiempo. “Vivir con dolor no es normal; lo normal es aprender a tratarlo correctamente”, concluyó.
Redacción: Yucatánalamano.
