miércoles, noviembre 27

Abuelita de Progreso, Yucatán, celebra un siglo de vida

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María Chávez Huchim de Progreso festejó su cumpleaños número 100, detallando que es un privilegio haber llegado a dicha edad

Doña María Chávez Huchim cumplió un siglo de vida, privilegio que han tenido en los últimos cinco años varios abuelitos de Progreso.

Visitada en su hogar, ubicado frente a las oficinas del Registro Civil, en el primer cuadro de la ciudad, doña Mary, como es conocida por sus allegados, aún recuerda sus años de infancia en Ticul, los cuales pasó a lado de sus padres Juan de Dios Chávez B. y Florentina Huchim D.

“Fui la mayor de cinco hermanos. Lamentablemente, uno de ellos falleció a una edad muy temprana y eso marcó a mi mamá, pues fue un hecho traumatizante. Mi padre se dedicaba al campo y fue algo con lo que estuve agradecida, pues ahí aprendía la labor, a la que por cierto me dediqué varios años en mi adolescencia y adultez”, dijo.

Para esta abuelita mayahablante resulta todavía claro el recuerdo de cuando asistía la Escuela Primaria de Ticul Felipe Carrillo Puerto, donde añora los días de enseñanza con su profesora Josefina Santos, que fue la única que tuvo, pues no estudió más grados en la educación básica.

A sus 18 años, María Chávez Huchim llegó al municipio de Oxkutzcab junto a su familia en busca de mejorar su condición económica. Fue ahí donde conoció a quien sería su futuro esposo, el maestro albañil José del Carmen Moo Suárez, quien falleció hace 30 años.

“Nos casamos un 16 de marzo, hace más de 70 años. Me tuve que separar de mis papás y mis hermanos, pues comencé a acompañar a mi esposo a los sitios que le asignaban trabajar. Recuerdo que fue parte de la construcción de puntos de Mérida como la colonia México y el área de Cordemex”, agregó.

De ese matrimonio nacieron Elizabeth, Rosa María del Carmen, Alfonso Federico, la fallecida Romuelda Coty, Fernando, Gloria y Paula.

Lamentablemente, la entrevistada pasó por una situación similar a la de su madre, pues dos de sus bebés fallecieron casi recién nacidos, sin embargo, pudo reponerse gracias a la numerosa familia que formó con su compañero.

“En Oxkutzcab sembraba mis vegetales y frutas, aunque lo que más me gustaba era lazar vacas y ordeñarlas. Era una vida muy diferente a lo que conozco ahora, donde la vialidad urbana ya consumió la naturaleza”, argumentó la centenaria.

El puerto de Progreso recibió al matrimonio y sus hijos hace más de medio siglo, pues el jefe de la casa fue asignado para construir el primer puerto de abrigo situado en Yucalpetén. Los años transcurrieron hasta que la abuelita se unió a la hoy desaparecida Casa Estancia del Adulto Mayor, incluso llegó a cultivar su talento en la gastronomía yucateca.

Nota original aquí 

Fuente: Por Esto/Jesús López

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