Este es el «Paso a paso» para hacer jícaras y usarlas para colocar las ofrendas en los altares
La jícara (jícaro en algunos países) es un recipiente para alimentos, elaborado tradicionalmente con el fruto del árbol del mismo nombre (crescentia cujete denominación científica).
Para los días de Fieles Difuntos las jícaras se utilizan para colocar ofrendas como chocolate, pozole, atole o xec en los altares de las familias.
Aunque se ha ido perdiendo la costumbre de usar las jícaras como recipientes para alimentos, hay quienes las pintan y decoran para venderlas como artesanías.
Con motivo de las próximas festividades por el Día de Muertos, compartimos el proceso que se debe seguir para hacer jícaras en casa.
Cosecha del fruto de jícara
Obtener el fruto fresco, y asegurarse que estén maduros. Lo mejor es tener una mata en casa y así se aprende a identificar cuando ya están maduros y listos para el proceso.
Como no todo mundo puede tener o tiene en casa una mata de jícara, lo recomendable es que se compren los frutos o o pidan regaladas algunas piezas donde vean un ejemplar de este árbol sagrado para los mayas.
Corte a la mitad
Una vez cosechado el fruto, hay que partirlo por la mitad: atar un hilo alrededor, partiendo por la parte donde estaba colgado al árbol. Con un objeto con punta, como un clavo, raspar a todo lo largo del hilo y, acto seguido, comenzar a cortar con mucho cuidado con una segueta.
Lo recomendado al partir el fruto de la jícara es parar de serruchar cuando se sienta que se ha llegado a la pulpa e ir rotando la esfera hasta retornar al punto de partida. La pulpa se puede terminar de cortar con un cuchillo o con el hilo que se usó para marcar.
Cocción de las jícaras con cal
Una vez obtenidas las dos mitades del fruto hay dos opciones: antes de cocer con cal, retirar la pulpa con una cuchara y dejarla en un lugar de la casa para que se descomponga y obtener las semillas, o, si no se van a obtener semillas, cocer las mitades con todo y pulpa para que al retirarla sea más rápido.
Limpieza final
Una vez cocidas las mitades de la jícara y retirada la pulpa, hay que limpiarlas totalmente: seguir raspando ligeramente con una cuchara.
“Lijado” con ciricote
Cuando veamos que las cáscaras ya estén libre de meollo, con hojas de ciricote se lava el interior varias veces. Las hojas de ciricote, al ser ásperas, funcionan como lija y al lavarse frecuentemente las jícaras con ellas se obtendrá una superficie más lisa y blanca.
Secado de las jícaras al sol
Las jícaras ya están limpias y lisas en su interior. Lo que sigue es colocarlas al sol para secarlas y obtengan su color característico.
Fuentes: Diario de Yucatán.