Este 2 de septiembre en Chichén Itzá se develará por primera vez al público los secretos que se encuentran detrás de las murallas de la Serie Inicial de este sitio arqueológico, cuya pirámide El Castillo es considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. En la presentación se espera la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Mientras tanto, los arqueólogos continúan recuperando los vestigios de esta zona arqueológica, la más visitada del país con un millón 323 mil 484 paseantes en los primeros siete meses del año, de acuerdo con la información de Por Esto.
Por cierto, ayer se suspendieron los trabajos en la Serie Inicial, ya que empleados del Hotel Hacienda Chichén, de los Barbachano, cerraron el acceso a la zona arqueológica de Chichén Viejo, donde está la Serie Inicial.
Sin embargo, Francisco Javier Osorio León, recien nombrado director de Chichén Itzá, manifestó que el problema podría resolverse pronto para que sea inaugurado en la fecha prevista por el Presidente de México.
La importancia de la Serie Inicial es que es el primer grupo residencial que se investiga en Chichén Itzá.
“La Serie Inicial son edificios con alto valor patrimonial considerados parte del núcleo principal de la antigua ciudad y que corresponden a lo que fue su área cívico-administrativa”, apuntó Osorio León.
La Serie Inicial es un área que se encuentra cerca de la parte central de Chichén Itzá, abarca una extensión de mil 200 metros cuadrados, está rodeada por una extensa muralla y el acceso sólo puede ser a través de un par de puertas que solían tener vigilancia.
El complejo está formado por unos 20 edificios de diversa índole que rodean dos plazas. El arco de la entrada asemeja las fauces abiertas de un monstruo y dan apertura hacia el interior de la explanada principal, simulando la entrada al inframundo.
El lugar perteneció al linaje Cupul, pero no sólo era el lugar de residencia de una persona muy importante, sino que también era un espacio reservado en donde se realizaban ciertas actividades religiosas y muy personales que llevaba a cabo en eventos especiales con cierto tipo de invitados. Es un espacio planeado con edificios rituales y otros para albergar visitantes.
La construcción de la Serie Inicial fue hecha sobre una nivelación artificial, dotándolo de dos grandes plazas, una al Norte y otra al Sur. En la plaza Norte se encuentra el núcleo ritual, pues cuenta con diversos edificios de actividades específicas.
Agregó que las construcciones hay una plataforma circular con forma de tortuga, con glifos que remiten a los mitos de la creación maya, por la representación de sus ricos relieves en la decoración de sus edificios. También narran diversos sucesos históricos ligados a la vida del personaje.
Otro edificio es el Palacio de los Falos, el principal complejo palaciego de la Serie Inicial, donde se encuentra La Casa de los Caracoles, que tiene en sus tres fachadas, hasta ahora encontradas, representaciones de personajes que están emergiendo o brotando de frutos que, en su momento, el doctor Peter Schmidt (el primer encargado de explorar la zona) asoció con un fruto local llamado cup, lo que podría ser el origen del nombre de este linaje.
El especialista comentó que la importancia del grupo de la Serie Inicial es que marcó el camino hacia el conocimiento de una parte más antigua del sitio. “Precisamente en la excavación de la estructura principal de la Serie Inicial, encontramos una construcción temprana con arquitectura y cerámica particular, que nos dio un fechamiento del Clásico-Tardío, a partir del año 600 d. C.”, señaló Osorio León.
La construcción está hecha a base de estucos modelados, por lo que la llamaron Subestructura de los Estucos. El especialista comentó que la ocupación de este espacio fue del 600 hasta el mil 200 d. C., cuando el edificio es abandonado.
Al respecto, apuntó que la muralla que delimita la Serie Inicial era sólo para delimitar el paso de los visitantes. La fortaleza tenía puertas con arcos que marcaban los accesos a partes especiales: “En uno de los segmentos que excavamos de estos accesos, observamos que fueron cerrados de manera rápida, como para contener una invasión. Muchas de estas entradas fueron cerradas de tal manera que podríamos pensar que el sitio tuvo un asedio en un momento dado, y esto pudo ser el origen de su declive o fin como ciudad. Sin embargo, Chichén Itzá continuó siendo punto de peregrinación obligado casi hasta la época de la colonia”.
Por cierto, se han localizado más de 100 sacbés que unen estos grupos habitacionales, “de los cuales tenemos registrados unos 60 grupos como el de la Serie Inicial que podemos observar, son diferentes en tamaño, habiendo incluso grupos más grandes”.
Recalcó que la Serie Inicial es apenas el primer bloque habitacional que se investiga y todo esto nos abre un panorama más completo al tipo de actividades que se desarrollaron en Chichén Itzá durante la época Prehispánica, precisamente en los años de su mayor auge, que son de los 200 a mil 200 d.C.
Finalmente, recordó que los trabajos de investigación en esta zona comenzaron en los años 90 del siglo pasado, cuando en 1998 el doctor Peter Schmidt comenzó a trabajar y planificó las excavaciones como un proyecto a largo plazo, en cuya visión se propuso definir ciertos grupos especiales; es decir, investigar grupos residenciales (como Serie Inicial), grupos monumentales y el templo de las Mil Columnas.
“La visión de investigación quedó muy clara y siguen en proceso, pues al final de tantos años de excavación, se tiene una información más secuencial y mejor ordenada; lo que nos permite conocer a detalle diferentes momentos históricos del sitio”, recalcó.
Fuentes: Por Esto.