
Animales ferales y abandonados,un peligro latente en Yucatán
En los últimos años, ha cobrado fuerza una problemática que afecta a las especies locales: el impacto de la fauna feral sobre la silvestre en Yucatán.
Cada vez se reportan más casos de aves, reptiles y pequeños marsupiales, como las zarigüeyas, que son atacados por perros y gatos sin dueño, muchos de los cuales fueron alguna vez mascotas y hoy vagan por las calles, las reservas y las áreas protegidas.
La bióloga Laura Ontiveros Sonda explicó cómo este problema que no se atiende adecuadamente pudiera escalar a consecuencias más importantes e irreversibles.
Esto al modificar las dinámicas naturales de los ecosistemas y alterar los comportamientos de otras especies.
Riesgos por animales ferales y abandonados en Yucatán
La entrevistada manifestó que cuando un perro o un gato es abandonado —ya sea en la ciudad o en el monte— no desaparece, sobrevive, forma parte de grupos, caza, busca comida en la basura y entra en contacto con otros animales, tanto domésticos como silvestres.
De este modo, nacen los animales ferales, producto directo de la irresponsabilidad humana.
A esto se suma la falta de leyes claras y sanciones que realmente castiguen y creen una conciencia colectiva que entienda que dejar a un perro en la calle “porque creció mucho” no es normal ni mucho menos es aceptable.
Además, está la práctica bien intencionada, pero poco analizada, de poner comederos y bebederos por todas partes. Lejos de solucionar el problema, lo maximiza, recalcó.
Por más que se tenga una buena intención, acciones como estas hacen que estos animales proliferen.
Los perros que se alimentan en esos puntos pueden reproducirse, contagiar enfermedades, dejar sus desechos en el camino y competir por recursos con la fauna silvestre.
Por tal motivo, indicó que no es raro que ataquen a zarigüeyas, aves, lagartijas u otros animales locales.
Y si el escenario se traslada a un ecosistema como la ciénaga, las consecuencias pueden escalar todavía más, como los encuentros con cocodrilos, riesgo de contagios, contaminación del suelo y el agua que se relacionan entre sí.
Hay que proteger a la fauna en Yucatán
“Yucatán tiene recursos faunísticos y florísticos inigualables y valiosos, tanto por sus servicios ecosistémicos como por el bien ambiental que representan. Es momento de cuidarlos y enterarnos de que vivimos en el mismo mundo”, subrayó Laura Ontiveros Sonda.
Informarse, cuidar y garantizar calidad de vida es fundamental para entender qué está en juego al hablar de nuestros recursos naturales y de asumir un rol activo en una solución que es, al final, de todos.
“Porque lo que no se conoce no se cuida, y lo que no se cuida, se pierde”, concluyó.
Fuente; Diario de Yucatán