Expertos en seguridad ven en los drones utilizados por los grupos criminales un nuevo reto para las autoridades, porque se trata de artefactos que cualquiera puede comprar de forma legal y que después son modificados por personas que trabajan con las células delictivas.
Los especialistas consideran que el fenómeno se está expandiendo. Hasta el momento el proceso de transformación sigue siendo artesanal, porque se modifica el dron con un pequeño gancho que permite, no únicamente usar la cámara, sino también soltar una carga explosiva.
Romain Le Cour, experto senior en la organización Global Initiative (GI-TOC), señala que esta carga explosiva va evolucionando, pues inicialmente eran pequeñas y ligeras, y ahora parecen ser cargas cada vez más significativas, que dejan ver la capacidad que tienen los grupos criminales de mejorar su uso de este tipo de herramientas.
De los 32 estados de la República, en ocho entidades el Ejército ha asegurado drones a probables integrantes del crimen organizado. De 2019 al 12 de junio de 2023 se han incautado 25 dispositivos aéreos.
En una solicitud de información a la Sedena, en la que se le cuestiona el número de drones decomisados a la delincuencia organizada, la dependencia señala que el personal militar únicamente realiza aseguramientos en casos de flagrancia delictiva, en aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, así como en actividades para reducir los índices de violencia en el país.
Nota original aquí
Fuente: Diario de Yucatán/El Universal