Apunta Banxico a menor ritmo de alzas en la tasa de interés
Los analistas estiman que el nivel de la tasa terminal está cerca, pero que se mantendrá elevado por un periodo prolongado.
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señaló que la tasa de interés subirá todavía en febrero, pero a un menor ritmo y los analistas avizoran que el punto terminal está cerca, aunque se mantendría en ese nivel por un periodo prolongado.
De acuerdo con los analistas, el ciclo alcista podría concluir con una tasa de referencia entre 10.75 y 11 por ciento; para la reunión de febrero estiman un ajuste de 25 puntos base por lo que algunos economistas prevén que podría ser en esa fecha cuando finalicen los ajustes.
Las minutas de la decisión del 15 de diciembre pasado revelan que se consideró que será necesario elevar la tasa en la siguiente reunión, y hacia delante se valorará la necesidad de ajustes adicionales y la magnitud de los mismos de acuerdo con las circunstancias prevalecientes.
Un miembro de la Junta indicó que el entorno complejo e incierto exige mantener una política monetaria cautelosa y firme. Sostuvo que aumentó el riesgo de que la inflación en Estados Unidos disminuya más rápidamente que en México, lo que podría implicar mayores incrementos de la tasa de referencia de Banxico por un periodo más prolongado del que se anticipa.
Otro miembro apuntó que, hacia delante, se requerirá tanto cautela, como flexibilidad para ajustar la postura monetaria en línea con el escenario que vaya materializándose. “El apretamiento monetario adicional y el nivel al que llegue la tasa de referencia serán contingentes a los datos y a la evaluación que se haga de los mismos”.
Otro integrante resaltó que, México es una de las pocas económicas en las que se contempla seguir incrementado la tasa de política monetaria, y sostuvo que la inflación ha permanecido contenida y empezó a disminuir; además, las presiones inflacionarias domésticas son mínimas debido a que no ha habido un crecimiento económico acelerado y apenas se ha recuperado el nivel de actividad previo a la pandemia.
Añadió que “desde una perspectiva internacional, así como de administración de riesgos domésticos, no es necesario aumentar mucho más la tasa de referencia. Sostuvo que hacia delante se debe actuar con cautela dependiendo de la evolución de la economía”.
Otro participante dijo que el menor ritmo de alzas no debe interpretarse como un relajamiento sino como la implementación de ajustes menos extremos y agresivos, pero aún firmes.
Cerca, el fin al ciclo alcista
Ernesto Revilla, economista en jefe para América Latina de Citigroup, dijo a El Financiero Bloomberg que la inflación, sobre todo la subyacente, muy persistente e incómodamente alta, va a presionar a Banxico para continuar el ciclo de alzas una vez más y terminar el ciclo de ajustes en febrero.
Estimó un último incremento de 25 puntos base para terminar en una taza de 10.75 por ciento, “pero el mercado está pensando un poco más de esos 25 puntos base y hay otros que prevén 50 puntos base”.
Alberto Ramos, economista en jefe para América Latina en Goldman Sachs, consideró que las minutas muestran que el equilibrio de opiniones en el Comité de Política Monetaria todavía se inclina hacia mover la tasa de política ligeramente más adentro de territorio restrictivo, pero se requiere precaución dado que la política ya es visiblemente restrictiva.
“La guía a futuro sugiere que el ciclo no ha terminado, pero podría llegar a su fin en la próxima reunión (9 de febrero)”, afirmó.
Estimó un incremento de tipos de 25 puntos base en la próxima reunión, pero no descarta otra subida de 50 puntos hasta el 11.0 por ciento, “en particular si la Fed también sube otros 50 puntos base en la próxima reunión y las expectativas de inflación se deterioran aún más”.
Banorte estima que el ajuste en la tasa para febrero será de 50 puntos base, con lo que llegará a 11 por ciento, y ese sería su punto terminal.
Para analistas de Ve por Más, solo si la inflación se modera efectivamente, Banxico podría seguir acotando el ritmo de alzas en la tasa, llevándola a un nivel terminal cercano al 11 por ciento en el primer trimestre del año.
Fuente: El Financiero