El maestro en Ciencias José Antonio Quintero Pérez, investigador de la Unidad Académica de Estudios Territoriales de Yucatán, perteneciente al Instituto de Geografía de la UNAM, transportó en la imaginación de los asistentes al Seminario Permanente el serio problema del sargazo en la Península de Yucatán.
El sargazo siempre ha existido y está documentado con los primeros europeos que atravesaron el mar a finales del siglo XV, pero en aquella época las algas flotaban en el mar y estuvieron controladas en una especie de remolino hasta que ahora, en una investigación científica de 10 años, se comprobó que salió de su cauce.
Ahora llega en grandes volúmenes a la costa de Quintana Roo porque está al frente del Mar Caribe en la parte del Océano Atlántico.
Entrevistado previo a su charla “El sargazo en la sociedad actual: perjuicios y beneficios”, que impartió en el edificio de la UNAM “Casa Lol Bé”, ubicado a un lado del parque de Las Américas de la avenida Colón; el maestro Quintero Pérez destacó que hay registro académico de que el sargazo llegaba a Quintana Roo desde la década de los años 70, pero como no tenía el desarrollo de ahora nadie le hacía caso a este fenómeno natural. Es decir, las playas de Quintana Roo no eran blancas como una hoja de papel todo el año como lo publicitan los empresarios turísticos y el gobierno.
¿Cómo está el fenómeno del sargazo en Yucatán?
“Yucatán no está exento del arribo de estas algas. Ya quedó demostrado en este año y los anteriores”, dijo. “Pero nunca será como en Quintana Roo”.
El especialista explicó que por cambios en los patrones de circulación superficiales del agua, debido a cuestiones climáticas que hubo en este primer semestre del año con pequeñas tormentas que se formaron en el Atlántico y la fuerza del viento podrían sacar algo de sargazo de su ruta y meterla a la “corriente de lazo”.
“No está exento Yucatán del sargazo, pero no sería como un evento extraordinario”, precisó. “Hay quien dice que podría ser recurrente, no en las mismas cantidades como llegan a una parte de Quintana Roo, en el mar Caribe, pero no se salva. Sí será parte de los próximos ciclos del sargazo, pero dependerá de las cantidades que lleguen”, indicó el maestro.
El sargazo, “leve aún” en Yucatán
“Las cantidades que vayan arribando a costas de Quintana Roo, también va a depender de las condiciones climáticas para que llegue a Yucatán. Inclusive, podría entrar al Golfo de México y cumplir aquí su ciclo hasta el norte de Veracruz, Tamaulipas y parte de Estados Unidos. Eventualmente lo que se vaya reproduciendo en su trayecto, seguramente saldrá de nuevo al Atlántico”.
Señaló que en las costas de Yucatán llegan otros tipos de algas y de pastos marinos, a las que arriban a Quintana Roo. La ciencia ha documentado más de 300 variedades de sargazo.
¿Por qué está a salvo Yucatán de un arribazón similar al de Quintana Roo?
“Entre la Península y Cuba se forma un estrecho que conocemos como estrecho de Yucatán. Son 200 kilómetros y todo el agua que viene subiendo desde Brasil al Golfo de Roatán de Honduras, viene por Belice y llega a nosotros, todo esa agua pasa por Yucatán. Se le conoce como ‘corriente de lazo’ porque llega y entra al Golfo pasando por Cuba y lo hace en forma de un lazo, da la vuelta y sale al Atlántico”, detalló.
“Es una corriente muy importante biológica y químicamente. Toda la columna del agua se mueve por allá, esa parte de la corriente de lazo es la que salva a Yucatán del arribazón de sargazo. Lo que llega a Yucatán es una parte que se escapa del cauce de la ‘corriente de lazo’. En condiciones normales, sin huracán o tormenta tropical, es lo que lo desvía el sargazo y solo llega una parte que logra pasar por Holbox y todos los manglares”.
El maestro Quintero Pérez dijo que realiza recorridos en los tramos carreteros de Dzilam de Bravo, Las Coloradas, San Felipe, y es muy interesante porque son lugares donde no se limpian las playas y la actividad humana no afecta las huellas del sargazo. Se ven escalones de alga en la playa y se puede ver líneas viejas, de meses, de semanas y las más recientes. Son evidencias que coinciden con el azote de huracanes, tormentas tropicales y es una manera de entender cómo llega el sargazo en la costa yucateca.
“Nunca va a ser como Quintana Roo el recale de sargazo, está paralelo a la corriente de lazo, por lo que ésta es como una barra protectora para Yucatán”, señaló el científico.
Explicó la ruta del sargazo, su ciclo y por qué llega al caribe mexicano.
Ya existe el conocimiento de que el sargazo siempre ha existido en el mar.
¿Pero por qué?, ¿cuál sería el problema y el motivo? Si siempre había ocurrido este exceso de sargazo. ¿Por qué es esta forma continua?, se preguntó el maestro.
“Al parecer, en los años 2009 y 2010 hubo unas situaciones que atendió el Instituto Oceanográfico con el cambio de las corrientes, que parece que eso modificó la salida del sargazo. Con esta teoría se forma lo que hoy en día los científicos bautizaron como ‘el gran cinturón del sargazo del Atlántico’ que va de África, una parte norte del Ecuador, llega a Brasil y sube al Atlántico”, señaló.
¿Por qué llega de esa forma el sargazo a Quintana Roo? ¿Por qué sobrevive todo el año?
“Es interesante, se tienen estudios y todo apunta que la desembocadura del amazonas aporta una cantidad importante de nutrientes al mar, ese poco sargazo que sale y entra en esta dinámica, encuentra los nutrientes suficientes para reproducirse. El sargazo no obedece a una reproducción sexual, es completamente asexual, es vegetativa.
Basta con cortarle un pedazo para que siga creciendo, entonces, al encontrar las condiciones necesarias de temperatura, salinidad, cantidad de nutrientes correcta, empieza a proliferar. Como ya está metida en esa corriente del norte del Ecuador, al momento que llega al continente americano, a la altura de Brasil, empieza a subir porque de allí viene la corriente hacia nosotros.
Es donde se engancha. En todo ese camino viene poco sargazo, pero encuentra los nutrientes en su ruta y en el camino empieza a reproducirse en forma masiva. Por ello, cuando llega al caribe mexicano tiene todos los elementos y llega una masas impresionante”.
Dice que el sargazo obedece a un ciclo natural el cual aún se desconoce como tal, pero sin duda, los seres humanos somos bastantes responsables de alimentar las algas por toda la cantidad de nutrientes, desechos industriales y otras porquerías que vertimos a los ríos que desembocan al Océano Atlántico y por propiciar el Cambio Climático actual.
El científico no ve una solución futura a este problema del sargazo, pero surgen muchas ideas, hasta fantasiosas, pero lo que no cabe duda es que las algas pueden ser aprovechadas con fines industriales, porque recolectarlas y confinarlas en la tierra puede producir una mayor contaminación del acuífero porque esta basura orgánica marina produce lixiviados altamente contaminantes que terminarían por contaminar el agua dulce subterránea de la península.
El sargazo no es “basura”
“Es un tema complicado esto del sargazo, pero hay alternativas de uso industrial. Ya se le ha dado uso como alimento, abono, cosméticos, bloques y tabiques, textiles, biofiltros, composta, entre otros aprovechamientos, tiene potencial y cada científico hace sus pininos sobre su uso, pero para que sea rentable e interese a los inversionistas necesitarán que la materia prima sea constante y abundante, y ahora, no lo es, hay años que llega mucho volumen y hay otros en que no”, señaló.
Enfocó su charla sobre beneficios y perjuicios del sargazo porque la alga es un recurso natural que tiene muchos beneficios, aunque sea cíclico, por ejemplo, se pueden fabricar biofiltros para la potabilización del agua, y ya hay pruebas a nivel molecular, porque el alga detiene metales pesados, arsénicos, drogas, y ya hay bastante literatura de ese beneficio a favor del agua.
Al único que no beneficia el sargazo es al ser humano porque va en contra de sus actividades, pero el sargazo cumple una función biológica de suma importancia para el océano, además, estos arribazones son una llamada de atención para que los seres humanos dejen de tirar tanta porquería al mar y estaría dando un grito de que dejen de alimentarlo para que no altere el ecosistema marino.
Lo ideal es que el sargazo realice su propio ciclo en el mar y de allí muera y se vaya al fondo del mar donde sirve de alimento a las especies.
Fuente: Diario de Yucatán/Joaquin Chan Caamal