El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, manifestó ayer que los migrantes no son criminales y que las iglesias católicas de la entidad serían refugios para quienes no tengan dónde quedarse a su retorno, en caso de no tener espacios suficientes en sitios que ya están designados para esos fines.
El prelado dijo que a la Iglesia le preocupa el tema de la migración, ante los recientes anuncios de deportación de Estados Unidos.
Voy a tener una reunión con el responsable de la pastoral de migrantes, el padre Lorenzo Mex Jiménez, para ver qué podemos hacer, qué cantidad de gente esperamos y qué otras necesidades puede haber.
El arzobispo anticipó que de ser necesario, se solicitaría una reunión con el gobernador o con algún representante del gobierno federal para tratar de buscar cómo ayudar.
Entonces no creo que haya alguna oposición a estos esfuerzos, reiteró. Si hay necesidad buscar apoyo municipal o del gobierno del Estado, lo haremos, añadió.
También se le preguntó a monseñor Rodríguez Vega su opinión sobre el llamado a la misericordia con los migrantes y las personas LGBTQ+ que le hizo al presidente Donald Trump una obispo episcopaliana.
El arzobispo dijo que esa mujer pidió algo muy sensato: que a los migrantes no se les considere delincuentes. Además, estamos en la semana de la unidad de los cristiano y ese es un punto de unión.
Arzobispo aboga por los migrantes
La mayoría de los migrantes son personas trabajadoras que hacen mucho bien para la tierra donde están y eso hay que reconocerlo, señaló el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, al opinar sobre las deportaciones que se llevan al cabo en Estados Unidos.
“Las noticias giran entorno a la grave crisis que se vendría para Estados Unidos si llegan a deportar a tantos migrantes, porque se descuidaría la agricultura y muchas otras industrias”.
Calificó de injustas las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump.
«Decir que todos se regresen a México o a sus países de origen, creo que es algo injusto, sobre todo cuando hay personas que llevan 20 o más años viviendo allá y que ahí tienen a su esposa, sus hijos y tienen que abandonarlos como ya está sucediendo ahora”, lamentó el prelado
“Ha sucedido en otro tiempo, y ahora está volviendo a suceder”, recordó.
“Es muy triste, y es una terrible injusticia (deportaciones). La familia debe ser un espacio sagrado para todo”, lamentó.
Por su parte, el obispo Pedro Mena Díaz informó que el 15 de febrero se realizará un rosario de la familia en el atrio de la Catedral.
El programa, que iniciará a las 5 de la tarde, incluye procesión y la entrada por la puerta del Perdón del templo católico, para ganar indulgencia. A las 6:30 se realizará la ceremonia eucarística.
Fuente: Diario de Yucatán/Claudia Sierra Medina
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