Asociaciones civiles entregan exhorto a autoridades de Yucatán por caso de Iker

Exigen protección para los niños, evitando la explotación y la trata

Esta mañana, asociaciones civiles entregaron un exhorto a las autoridades municipales y estatales para exigir que la normatividad sea cumplida por la protección de la niñez en Yucatán, evitando la explotación y trata de la que son víctimas al trabajar en las calles.

Sobre este documento, el representante de Hogares Maná, Víctor Chan, informó que, entre otros temas, exhortan a las autoridades a evitar la presencia de niñas y niños en la calle, pero no solo eso, sino también a darles atención y acompañamiento en lo que sea necesario.

Además, piden garantizar que no haya más casos como el de Iker, quien fue víctima de atropellamiento hasta perder la vida; por lo que exigen también penas a quienes ocasionen este tipo de accidentes, incrementándose al doble si son parte del funcionariado público.

Entre las exigencias, señalaron que es necesario que las personas denunciadas por este tipo de actos tengan prisión preventiva de oficio.

Otras de las acciones propuestas para intervenir esta problemática de explotación y abuso infantil, es realizar un monitoreo a cargo de autoridades como la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) así como la Procuraduría de protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Yucatán (Prodennay) y otras instituciones pertinentes.

La sociedad civil realiza acciones en pro de la infancia, señaló Víctor Chan, por lo que enviaron este escrito esperando una respuesta y acciones, ya que esto no es un deseo o buena voluntad, sino una obligación.

En el oficio, cuentan los hechos del atropellamiento a Iker, el cual ocurrió mientras realizaba labores para conseguir dinero en la vía pública. Alguien se quedaba con el dinero que él recibía, expuso, “Iker y los otros niños estaban siendo explotados”.

Teniendo este panorama, cuestionan cuántas infancias más están en las mismas circunstancias y en qué condiciones viven; por ello, no sólo reclaman justicia para Iker, sino también para finalizar con la presencia de niñas, niños y adolescentes que ejercen actividades ilícitas en las calles. “Falta más para evitar otros Ikers en la entidad”.

Considerando que la trata y corrupción de la niñez y adolescencias están tipificadas, señaló que es obligación del gobierno de actuar de inmediato por el interés superior de la niñez.

Aurora Pérez Alayón, representante de Mujeres de Humo, expresó que nunca olvidarán la cara de susto de los niños que estuvieron en el momento del accidente, especialmente porque le decían que si no llegaban a entregar el dinero les iría peor, por lo cual incentivó también a investigar qué es lo que está ocurriendo con las niñas y niños.

“Iker merece que lo honremos”, sensibilizó, pidiendo la colocación de un monumento en donde ocurrió el accidente como un recordatorio para que ninguna infancia más viva esta situación.

Reconoció que en las últimas horas las autoridades han cumplido el reglamento de tránsito para que no haya personas haciendo malabarismo o pidiendo limosna en las calles. “No es un pleito, pero sí pedimos que en Yucatán se cumplan las leyes en favor de la niñez”.

“¡Basta!” fue otra de las voces en esta lucha, en boca de Lydia Cáceres Novelo, representante de la casa hogar del Buen Samaritano, quien enfatizó que esta explotación ocurre en vista de toda la ciudadanía, por lo que su petición a la sociedad es: “Que no quede nada más en esta reunión, que lleguemos hasta las últimas consecuencias para que esto nunca más vuelva a suceder”.

A las autoridades, les pidió que no se queden únicamente en operativos, sino que haya penalidades; considera que si venían la gente venía de otros estados a explotar infantes es porque se les permitía ante la falta de consecuencias.

Pidiendo a toda la sociedad empatizar con la situación para luchar, solicitó que sumen sus firmas a esta exigencia en pro de la niñez porque “México no aguanta más indiferencia”, tomó la voz María Elena Ponce Labiada, del albergue San Vicente.

Fuente: La Jornada Maya/Cecilia Abreu