Ataques con ácido: ¿Dónde surgió esta atroz expresión de violencia contra las mujeres?
Los responsables de este tipo de agresiones pretenden provocar un gran daño físico y emocional a sus víctimas
Fue hace casi diez cuando una escalofriante noticia dio la vuelta al mundo; el ataque con ácido contra dos turistas británicas que se encontraban de vacaciones en la isla de Zanzíbar, Tanzania, ubicada en el este de África. Este lamentable hecho, ocurrido en 2013, dio muestra que este tipo de agresiones contra la mujer no es exclusivo de un país o se limita a una región en particular.
Para el mundo quedó claro que estos terribles actos de violencia, y ahora cada vez más cotidianas, afectan a personas, independientemente de su nacionalidad, cultura o religión, pero en particular son ataques que van dirigidos mayormente hacia las mujeres.
La persona, o las personas, responsable de este tipo de ataques tiene un objetivo en concreto que es, además de provocar un gran daño físico y emocional a la víctima, dejar una marca de por vida en quien sufre la agresión; una cicatriz que por siempre sellará su cuerpo, ya que la quemadura con ácido «marca para toda la vida», habría declarado a la BBC, hace una década, una víctima de agresión, originaria de Colombia.
Se busca dañar a la persona de por vida
De acuerdo con Viviana Hernández, víctima de una agresión con ácido en Colombia, el atacante no tiene entre sus objetivos matar a la persona, sino dañarla de por vida. Además que este delito está marcado por el género, ya que de acuerdo con los informes que se dieron a conocer en aquel entonces, en el 80% de este tipo de ataques las víctimas son mujeres y niñas, de este total al menos el 30% son menores de 18 años.
Además de los casos de Kirstie Trup y Katie Gee, las dos turistas británicas atacadas en Zanzíbar, en enero de 2013 se dio a conocer el ataque con ácido cometido contra el director artístico del Ballet Bolshoi de Rusia, Sergei Filin, quien después de 18 operaciones, continuaba prácticamente ciego.
La modelo inglesa Katie Piper también sufrió un ataque similar en 2008, el cual fue orquestado por su novio. A partir de entonces se tuvo que someter a casi 100 operaciones y se convirtió en una activista que busca crear conciencia sobre el sufrimiento de las víctimas que sufren ataques con ácido alrededor del mundo.
Fuentes: El Heraldo de México.