sábado, septiembre 28

Aumenta resistencia a insulina

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Las mujeres que no duermen lo suficiente podrían tener un mayor riesgo de diabetes, un efecto aún más pronunciado en mujeres posmenopáusicas, según un nuevo estudio.

Acortar el sueño en solo 90 minutos aumentó la resistencia a la insulina en mujeres acostumbradas a dormir adecuadamente.

Los hallazgos son los primeros en mostrar que incluso un déficit leve de sueño mantenido durante seis semanas puede aumentar el riesgo de diabetes, indicaron los investigadores de la Universidad de Columbia.

“A lo largo de su vida, las mujeres se enfrentan a muchos cambios en sus hábitos de sueño debido al embarazo, la crianza de los hijos y la menopausia”, dijo la autora principal Marie-Pierre St-Onge, directora del Centro de Excelencia para la Investigación del Sueño y los Ritmos Circadianos en la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. “Y más mujeres que hombres tienen la percepción de que no están durmiendo lo suficiente”.

Para este estudio, St-Onge y sus colegas reclutaron a 38 mujeres sanas, de las cuales 11 ya habían pasado por la menopausia.

Todas las mujeres dormían habitualmente al menos siete horas cada noche. La cantidad de sueño recomendada para una salud óptima es entre siete y nueve horas, precisaron los investigadores, pero alrededor de un tercio de la población duerme menos que eso.

A cada una de las mujeres se les pidió participar en dos fases diferentes del estudio, en un orden aleatorio.

Se pidió a las mujeres que mantuvieran su sueño regular adecuado en una fase y en la otra se les pidió retrasar su hora de acostarse en una hora y media, acortando su sueño total a unas seis horas. Cada fase duró seis semanas.

Acortar el sueño en 90 minutos durante seis semanas incrementó los niveles de insulina en ayunas en más del 12% en las participantes en general, y en un 15% entre las mujeres premenopáusicas.

La resistencia a la insulina aumentó en casi un 15% en general, y en más del 20% entre las mujeres que habían pasado la menopausia.

Los niveles promedio de azúcar en sangre se mantuvieron estables para todos los participantes durante el estudio, pero los investigadores advirtieron que los cambios en la resistencia a la insulina podrían hacer que comiencen a subir a largo plazo.

Aunque el aumento de la grasa abdominal es un factor clave en la resistencia a la insulina, los investigadores encontraron que los efectos de la pérdida de sueño en la resistencia a la insulina no estaban vinculados a ningún aumento en la grasa.

“El hecho de que vimos estos resultados independientemente de cualquier cambio en la grasa corporal, que es un factor de riesgo conocido para la diabetes tipo 2, habla del impacto de la reducción leve del sueño en las células productoras de insulina y el metabolismo”, dijo St-Onge.

Los investigadores analizarán a continuación si un sueño más reparador puede mejorar el control del azúcar en sangre y el metabolismo de la glucosa.

El estudio fue publicado en la revista “Diabetes Care”.

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán

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