Banxico recorta la tasa, pero advierte riesgos por aranceles
El banco central advirtió que la posibilidad de que se implementen aranceles a las importaciones de EU provenientes de México ha añadido incertidumbre y su materialización podría implicar presiones sobre la inflación.
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió, por unanimidad, recortar la tasa de interés en 25 puntos base, con lo que se ubicó en 10 por ciento. A la par, elevó sus expectativas de inflación ante la incertidumbre por posibles aranceles de Estados Unidos.
Analistas destacaron del comunicado que acompañó el anuncio de la decisión de Banxico que, por un lado, se recorrió hasta el tercer trimestre de 2026 la convergencia de la inflación general a la meta de 3.0 por ciento, pero también se planteó la posibilidad de bajar la tasa de referencia de forma más acelerada.
La reducción de un cuarto de punto a la tasa estuvo respaldada por la trayectoria a la baja del componente subyacente y la previsión de que siga en descenso. También se valoró que, aunque todavía se requiere una postura restrictiva, la evolución del panorama inflacionario permitió seguir con el ciclo de recortes.
“Hacia delante, prevé que el entorno inflacionario permita seguir reduciendo la tasa de referencia. Ante el avance en la desinflación podrían considerarse en algunas reuniones ajustes a la baja de una mayor magnitud, si bien manteniendo una postura restrictiva”, afirmó el banco central.
Sin embargo, advirtió que la posibilidad de que se implementen aranceles a las importaciones de Estados Unidos provenientes de México ha añadido incertidumbre a las previsiones y su materialización podría implicar presiones sobre la inflación en ambos lados del balance.
Banxico espera que la inflación general termine este año en 4.6 por ciento, desde 4.7 por ciento previsto anteriormente. A partir del segundo trimestre del próximo año y hasta el mismo periodo de 2026 el lapso en el que incrementaron sus previsiones, al igual que para el componente subyacente.
Chocan mensajes
Jessica Roldán, economista en jefe en Finamex Casa de Bolsa, consideró que es difícil de entender que en un momento en el que los pronósticos de inflación se revisaron al alza, al mismo tiempo la autoridad monetaria diga que hay espacio para reducir la tasa de referencia de forma más acelerada.
“Probablemente hay que hacer una revisión de herramientas, porque sí hay un problema de comunicación en este sentido que está haciendo que, desde nuestra perspectiva, sea poco predecible las decisiones”, afirmó a El Financiero Bloomberg.
Intercam Casa de Bolsa ahondó en que la cercanía con la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y la posibilidad de ver volatilidad en el tipo de cambio, así como una Reserva Federal más paciente y nuevos choques en los precios más volátiles pudieran moderar las expectativas de recortes de mayor magnitud por parte de Banxico.
Alberto Ramos, economista jefe para América Latina, de Goldman Sachs, prevé que la Junta seguirá con la flexibilización monetaria a un ritmo gradual, mientras busca oportunidades para acelerar los recortes, pero la mayor incertidumbre externa le exigirá prudencia.
El economista en jefe de Ve por Más, Alejandro Saldaña, añadió que, pese a un panorama inflacionario complejo y a la volatilidad financiera, con el tono más laxo en la guía futura se prevé que la tasa objetivo acabaría en 8.50 por ciento al cierre de 2025.
Invex prevé que Banxico reducirá la tasa de interés en 25 puntos base en seis de las ocho reuniones programadas para 2025, con lo que la tasa cerraría en 8.50 por ciento.
Riesgos en el panorama
Entre los riesgos al alza para la inflación que detectó la autoridad monetaria en su comunicado están la persistencia de la inflación subyacente, una mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, así como afectaciones climáticas y disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales.
En cambio, entre los riesgos a la baja para sus pronósticos enlistó una actividad económica menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos y que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor a lo previsto.
Si bien consideró que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación se mantiene sesgado al alza, “el panorama inflacionario ha venido mejorando, luego de los profundos choques ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania. El comportamiento de la inflación subyacente da cuenta de esta mejoría”, recalcó.
Fuentes: El Financiero.