miércoles, enero 15

Biden ‘no perdona’ a China y endurece restricciones: Prohíbe la entrada de autos inteligentes asiáticos

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La medidas impuestas por el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden preparan el terreno para que Trump trace su propio rumbo en materia de política hacia China.

La administración Biden está implementando medidas para impulsar la fabricación de automóviles en Estados Unidos y el desarrollo de la inteligencia artificial, mientras busca endurecer las restricciones a la tecnología china y preparar posibles restricciones para que Donald Trump las promulgue.

El martes se aprobó una norma que prohíbe efectivamente los nuevos autos inteligentes personales provenientes de China y Rusia, y funcionarios estadounidenses anunciaron que tienen la intención de iniciar una investigación para ampliar esas restricciones a vehículos comerciales como autobuses y camiones.

El gobierno también dio a conocer una orden ejecutiva largamente esperada sobre inteligencia artificial, que abre la puerta al arrendamiento de terrenos federales para empresas que acepten construir centros de datos masivos de IA. Ese esfuerzo complementa las nuevas restricciones comerciales anunciadas el lunes que limitan la venta de chips de IA de Nvidia Corp. y otras a centros de datos en todo el mundo.

El presidente Joe Biden dijo el martes en una declaración que Estados Unidos “no puede dar por sentado su liderazgo” en el desarrollo de la IA.

La orden ejecutiva sobre los centros de datos “aceleraría la velocidad a la que construimos la próxima generación de infraestructura de IA aquí en Estados Unidos, de una manera que mejore la competitividad económica, la seguridad nacional, la seguridad de la IA y la energía limpia”, dijo.

Restricciones de Biden a China preparan el terreno para la llegada de Trump

Estas medidas preparan el terreno para que Trump trace su propio rumbo en materia de política hacia China. Su administración entrante podría revertir algunas de las últimas medidas de Biden (aunque la prohibición de los coches inteligentes tardaría en desmantelarse) y tendría que decidir si ultimar otras medidas.

Aun así, el equipo de Biden espera que, en comparación con otras áreas, Trump mantenga cierto nivel de continuidad política con respecto a China —la segunda economía más grande del mundo— dado el amplio acuerdo bipartidista sobre los riesgos de seguridad nacional que plantean las ambiciones tecnológicas de Beijing.

La medida de IA exige que los departamentos de Defensa y Energía designen un total de seis sitios federales para el desarrollo de centros de datos, con permisos ambientales acelerados, especialmente para proyectos de energía geotérmica asociados.

Las empresas deben cubrir los costos totales de construcción de esos sitios, encontrar nuevas fuentes de energía limpia para satisfacer sus necesidades y comprar una “porción apropiada” de semiconductores fabricados en Estados Unidos . También tendrán que evaluar las implicaciones para la seguridad nacional de los modelos de inteligencia artificial desarrollados en propiedades del gobierno, dijo la Casa Blanca el martes.

¿Qué prohíbe la política automotriz de Estados Unidos?

La política automotriz, que se viene preparando desde hace aproximadamente un año, prohíbe la importación o venta de vehículos conectados con piezas específicas de hardware o software que tengan un “vínculo suficiente” con China o Rusia, o la venta de esos componentes por separado. También prohíbe a los fabricantes con vínculos con Rusia o China vender vehículos fabricados en Estados Unidos dentro de ese país.

Los funcionarios estadounidenses dicen que los vehículos modernos que tienen dispositivos que los conectan a Internet son similares a las computadoras y potencialmente pueden recopilar datos confidenciales, incluso sobre conductores o propietarios, infringiendo la privacidad del consumidor o permitiendo que adversarios extranjeros manipulen los automóviles de forma remota.

“Hemos puesto un gran énfasis en invertir en tecnologías críticas y en los sectores nacionales que son importantes para la seguridad nacional y la competitividad económica”, dijo en una entrevista Navtej Dhillon, subdirector del Consejo Económico Nacional. El objetivo es garantizar que “Estados Unidos conserve su liderazgo y no nos abramos a un nuevo shock de China en estos sectores críticos”.

Dhillon dijo que la intención era evitar una situación en la que “nuestra cadena de suministro se vuelva más dependiente de fuentes chinas y sea más difícil abordar los riesgos económicos y de seguridad nacional”.

La administración también ha iniciado una investigación que podría conducir a nuevos aranceles a los semiconductores chinos, y los funcionarios se apresuran a finalizar una orden ejecutiva de ciberseguridad que es en parte una respuesta a un importante ataque informático atribuido a China.

La reciente serie de regulaciones se suma a años de normas comerciales y medidas de política industrial centradas en China, incluidas amplias restricciones a la venta de chips avanzados a China y subsidios para impulsar la fabricación estadounidense de chips, baterías y tecnologías de energía limpia.

“La pregunta es: ¿estamos en una posición de confianza y capacidad en la competencia estratégica a largo plazo con China? ¿Estamos en una posición más fuerte en esa competencia que hace cuatro años?”, dijo el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, a Bloomberg News en una entrevista el lunes.

“Creo que no es ni siquiera una cuestión de suerte”, dijo Sullivan. “Estados Unidos está en una posición mucho más fuerte hoy que hace cuatro años”.

Nota original aquí

Fuente: El Financiero

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