Bruselas presenta un proyecto sustentable para smartphones
Los fabricantes deben ofrecer piezas de repuestos, garantizar una mayor duración de las baterías y mostrar la etiqueta de eficiencia energética
Los fabricantes de smartphones que suministran a la Unión Europea tendrán que cumplir requisitos estrictos para proporcionar piezas de repuesto y garantizar una mayor duración de las baterías, de acuerdo con el proyecto de propuestas publicado ayer por Bruselas.
La Comisión Europea indicó que al menos 15 componentes diferentes deben estar disponibles durante al menos cinco años desde la fecha de introducción de un smartphone en el mercado y que las baterías deben sobrevivir al menos 500 cargas completas sin deteriorarse por debajo de 83 por ciento de su capacidad.
Los teléfonos también tendrán que mostrar una etiqueta de eficiencia energética, similar a las que se utilizan para las lavadoras y los lavaplatos, que indicará la duración de la batería y otras características como la resistencia a las caídas.
El plan es la última directiva de Bruselas dirigida a los fabricantes de productos electrónicos, después de que en junio introdujo la obligación de utilizar un cargador estandarizado para 2024, a pesar de años de oposición de la industria, en particular de Apple.
Prolongar cinco años el ciclo de vida de todos los smartphones que se venden en la Unión Europea ahorrará emisiones equivalentes a alrededor de 10 millones de toneladas de CO2, lo mismo que retirar 5 millones de coches de las calles, de acuerdo con un estudio de la Oficina Europea de Medio Ambiente, una organización no gubernamental.
El proyecto, que también abarca las tabletas y los teléfonos móviles estándar, sugiere que si el hardware se hace más reparable y reciclable se reducirá en un tercio el consumo de energía que se requiere para su producción y uso.
Un alto funcionario de la Unión Europea advirtió que los productos que no cumplan los requisitos de sustentabilidad “quedarán fuera del mercado”.
Los fabricantes argumentan que exigir que haya más piezas disponibles no hace sino aumentar el consumo de plástico.
Digital Europe, que representa a la industria de tecnología, indicó: “Un posible exceso de producción, el posterior almacenamiento y la destrucción de piezas de repuesto se traducirá en un desperdicio de recursos, una menor eficiencia de los materiales y un valor económico negativo que, en última instancia, se traducirá en un mayor costo para el consumidor”.
De hecho algunos fabricantes de smartphones, como Apple, ya intensificaron sus programas de reparación después de años de presión por parte de los activistas. En los últimos iPhone se pueden reparar componentes como batería, pantalla, bandeja porta-SIM, cámaras y bocinas.
Las nuevas propuestas también abarcan el software, exigiendo a los fabricantes que proporcionen actualizaciones de seguridad durante cinco años después de que los dispositivos salgan al mercado y actualizaciones de funcionalidad durante tres años.
Los defensores del medio ambiente calificaron las regulaciones como “un punto de inflexión” para el mercado.
Mathieu Rama, director de programas de la Coalición Ambiental sobre Estándares, dijo que exigir una mayor transparencia sobre qué tan reparable es y la duración de la batería marcará “el fin de la era de los dispositivos desechables”.
Fuentes: Milenio.