Buenas y malas del Tren Maya

Por Alejandra Parra

El tren maya es uno de los cuatro megaproyectos del presidente Andres Manuel Lopez Obrador, y a lo largo de su sexenio, ha sido el estandarte para impulsar la economía del sureste del estado.

Lo cierto es que a casi cuatro años de la administración actual, el tren maya avanza, y hay tramos que comienzan a tener sus primeras rieles, mientras que otros están en temas legales por suspensiones definitivas.

Sin embargo, varios expertos han analizado a detalle el Tren maya, y si bien, hay puntos en contra, como lo puede ser el impacto ambiental, también hay puntos a favor, como el impacto turístico.

Hace algunas semanas, el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, Juan José Martin Pacheco, dio a conocer en entrevistas para Yucatanalamano que Valladolid era la ciudad con mejor ocupación hotelera, lo cual lo atribuye principalmente, a las personas que se refugian en el mencionado pueblo mágico,ya que están trabajando en las obras del Tren Maya.

Otro de los aciertos de este proyecto, es la mano de obra, ya que, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción delegación Yucatán, Raúl Asís Monforte, dio a conocer también en entrevista, que es complicado conseguir albañiles y mano de obra para la construcción, ya que la gran mayoría se encuentra trabajando en las obras del Tren.

Sin embargo, no todos están acertados en la construcción del tren, ya que de acuerdo con GreenPeace, un total de 159 organizaciones y 85 activistas dirigieron una carta al presidente Lopez Obrados, con el objetivo de advertir las consecuencias ambientales del proyecto.

Y es que se habla de atropellos a los derechos de la población local, en específico pueblos indígenas.

Además del llamado “Ecocidio”, ya que el megaproyecto estaría afectando a grutas, cenotes,y áreas naturales protegidas, como las reservas de Yum Balam, Sian Ka’an, y Calakmul.

Según la página tremaya.gob.mx, el megaproyecto ha pensado en los beneficios, como la distribución del turismo nacional e internacional, a fin de que no todo se quede en la riviera maya, sino que tenga derrama económica en otras zonas del sureste.

Por otra parte, se fortalecerá la conectividad, además de que se pronostica una mayor derrama económica.

Se espera que el viaje sencillo de trayecto entre estaciones puede costar poco más de 200 pesos para turista, y cerca de 100 pesos para visitantes.

Lo cierto, es que el tren maya todavía se encuentra en construcción, y el titular del ejecutivo federal apunta que estará listo en diciembre del 2023, por lo que en poco más de un año que resta del proyecto, seguramente habrá dudas y certezas sobre las consecuencias de este trabajo.