Por Alejandra Parra.
Una manifestación se dio la tarde del jueves en la avenida Líbano, después de que hace unos días se diera la lamentable muerte de Iker, un niño que se dedicaba a hacer malabares en la vía pública para obtener dinero.
El pequeño de origen chiapaneco era uno de los cientos que llegan a Yucatán a «trabajar» pidiendo limosna, como parte de una pregunta red de trata de personas.
En ese sentido, hartos de la trata de personas y de que no haya un responsable de la muerte del menor, la sociedad realizó una protesta en el punto donde falleció el infante.
Hasta el momento se sabe que nadie ha acudido a las instalaciones del SEMEFO a reclamar el cuerpo del niño, sin embargo, se conoce su identidad por un acta de nacimiento que lo identifica como Iker Pérez López.
La mujer que atropelló a Iker ya se presentó ante las autoridades para el deslinde de cuentas, y cumplir con lo que dicte la ley.