Cae en Alemania grupo que alistaba golpe de Estado
Tienen la teoría de que la vida era mejor en todo el mundo bajo la monarquía.
Miles de policías intervinieron en redadas en buena parte de Alemania contra extremistas de ultraderecha que, al parecer, querían derrocar al gobierno en un golpe de Estado armado.
Alrededor de 3 mil agentes participaron en cateos en 130 lugares de 11 de los 16 estados de Alemania contra seguidores del llamado movimiento Ciudadanos del Reich. Algunos miembros del grupo rechazan la Constitución alemana de posguerra y han llamado a derrocar al gobierno.
El ministro de Justicia, Marco Buschmann, describió los registros como una “operación antiterrorista” y añadió que los sospechosos podrían haber planeado un ataque armado a instituciones del Estado.
El grupo actuaba “impulsado por fantasías de violentos golpes de Estado e ideologías conspirativas”, añadió el máximo responsable de seguridad del país.
Veintidós ciudadanos alemanes fueron detenidos bajo sospecha de “pertenencia a organización terrorista”, según la fiscalía. Otras tres personas, incluida una ciudadana rusa, eran sospechosas de apoyar a la organización, añadió. Había otras 27 personas bajo investigación.
Según el semanario Der Spiegel, entre los lugares registrados estaban los barracones de la unidad alemana de las fuerzas especiales KSK en la localidad suroccidental de Calw. La unidad ha sido investigada en el pasado por la supuesta pertenencia de algunos soldados a grupos de ultraderecha.
Heinrich XIII, príncipe Reuss, es uno de los últimos descendientes de una dinastía que antaño gobernó franjas del este de Alemania. Se sospecha que esperaba convertirse en el nuevo líder del país, en un violento golpe de Estado.
El también promotor inmobiliario ha defendido públicamente por años la teoría de que la vida era mejor en todo el mundo bajo la monarquía. Procede de la Casa de Reuss, que durante siglos gobernó partes del actual estado de Thueringen, hasta la Revolución de Noviembre de 1918, que condujo al establecimiento de la República de Weimar.
Fuente: El Financiero