Por Ariel Irigoyen.
Añadió que al cambiar sus fórmulas, las industrias embotelladoras se verían también afectadas por una baja demanda de sus productos, los refrescos de cola tienen mucha demanda en el pequeño comercio, y al no haber publicidad ni promociones y un cambio en su sabor, va a afectar las ventas de esos productos.
Indicó que además de que los refrescos de cola van a tener un 30 por ciento de azúcar en su contenido, los consumidores pagarán un impuesto de 3 pesos con ocho centavos por refresco de dos y medio a tres litros, y los refrescos dietéticos van a tener un impuesto de un peso con 50 centavos; todo ello va a ser un golpe para los consumidores y el pequeño comercio.
Finalmente, Contreras Ramírez apuntó que ya dependerá de los consumidores si se adaptan o no a una disminución del 30 por ciento de azúcar en los refrescos de cola, y tener que pagar un impuesto de 3 pesos con ocho centavos o de un peso con 50 centavos, pero el cambio de fórmula para la elaboración de las bebidas de cola podría no gustar a las familias que están acostumbradas al sabor original de los refrescos embotellados.