domingo, noviembre 17

Cocodrilos de hasta dos metros asustan a vecinos de Progreso; temen por sus mascotas

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Las épocas de lluvias no son bien recibidas por toda la comunidad de Progreso, debido a que en algunos sectores poblacionales son constantes las apariciones de cocodrilos cuyas dimensiones podrían superar los dos metros de largo y los 100 kilos de peso.

Los dos últimos avistamientos de los familiares de los reptiles ocurrieron la semana pasada, primero en la zona Poniente de la ciudad, cuando salió un caimán de extensa longitud y amenazó con salir al área de tránsito del libramiento rumbo al puente de Yucalpetén.

El otro caso, de acuerdo al comerciante José Ballinas, ocurrió en las inmediaciones de la Escuela Primaria Andrés Quintana Roo de Chicxulub Puerto, donde al igual que varios planteles ya se reactivó la actividad y varios pequeños acuden a sus labores escolares.

Justo en la comisaría del cráter persiste mayor riesgo, por las más de 50 familias que se han asentado en la zona de invasión del mangle, construyendo casas de cartón que fácilmente podrían dar acceso a un caimán de dimensiones grandes.

“Se necesita mucha vigilancia sobre todo de noche que es cuando el área de la ciénaga permanece tranquila. Incluso el monitoreo sería hasta para los lagartos, ya que también ha habido varios casos de ejemplares arrollados en carretera”, indicó Agustín Basto.

Parte de lo que se ha externado a esta corresponsalía, es que se entiende que los cocodrilos tienen su hábitat natural en la ciénaga, sin embargo, varios ejemplares han crecido y el peligro es aún mayor para los pobladores a pesar de que ha pasado cerca de una década desde que un progreseño fue atacado por estos animales.

“Tenemos miedo también por nuestras mascotas, ya que a pesar de que no ha habido ataques para algún vecino, sí lo ha habido para perritos y gatos que salen de sus casas. Hace como dos años mi esposo tomaba el fresco en la puerta de la casa y un lagarto de edad temprana pasó encima de sus pies, esto pudo haber pasado con un ejemplar más grande”, externó Leticia Ortiz.

El miedo persiste sobre todo en los meses restantes del año, ya que se argumenta que las lluvias provocan una creciente en las aguas pantanosas, ocasionando que los reptiles salgan a la vía pública, ocasionando que los habitantes aledaños tomen precauciones.

Varios señalamientos del conjunto vecinal apuntan a que se prefiere incluso tomar el riesgo de ejercer medidas por cuenta propia que esperar a las autoridades respectivas, esto a pesar de que el riesgo es sumamente latente, sin embargo, también se informó que de acuerdo a las dimensiones de los ejemplares, es el número de vecinos que interfieren.

Un caso similar ocurrió durante la mitad del mes de enero del 2021 cuando se comenzaron a detectar constantes apariciones a un costado de la calle 86, en la zona de libramiento del puerto, por lo que se ameritó que la Policía Ecológica realice una intervención en el lugar.

El año pasado, a finales del primer semestre, fue cuando comenzaron a salir los ejemplares, propiciando que el 24 de mayo se diera a conocer que fue aplastado un caimán en el kilómetro 32 de la carretera federal Mérida-Progreso, quedando mermado el reptil y muriendo en la base de la Policía Ecológica, pues su organismo no toleró los daños que padeció en el cráneo.

La última medida que se llevó a cabo para evitar que estos amos del pantano salgan a causar miedo a los habitantes porteños, ocurrió el mes de octubre de 2022 entre la dependencia municipal mencionada y elementos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, pues se realizó un operativo para trasladar a un cocodrilo de cerca de tres metros de largo rumbo a la Zona Cero, situada en la carretera rumbo a la comisaría de Chicxulub Puerto.

Nota original aquí

Fuente: PorEsto!/Jesús López

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