Aseguran que esta medida ha beneficiado tanto a quienes trabajan en la zona como a los visitantes que recorren diariamente este punto turístico.
Roberto Campos, mesero de un restaurante ubicado frente al malecón, comentó que desde que se restringió el acceso vehicular, los turistas caminan con mayor calma y se detienen más a observar los productos y servicios que ofrecen los negocios. Esto, señaló, les ha permitido atraer más clientes y mejorar sus ingresos.
Una opinión similar comparte Juana Pech, empleada de un hotel cercano, quien afirmó que el tránsito exclusivamente peatonal ha incrementado la sensación de seguridad entre los huéspedes. Según explicó, muchos visitantes agradecen poder recorrer el malecón sin preocuparse por el paso de automóviles.
La afluencia en el área suele ser constante durante la semana y se incrementa los fines de semana o en días de arribo de cruceros, cuando numerosos viajeros descienden para conocer el puerto. Por ello, los locatarios consideran que conservar el malecón como zona libre de vehículos favorece el desarrollo de sus actividades y mejora la experiencia turística.
Hasta ahora, no existe información que indique que el malecón tradicional vaya a reabrirse al tránsito vehicular, por lo que tanto residentes como visitantes podrán continuar disfrutando de un espacio tranquilo y seguro para caminar.
Redacción: Yucatánalamano.