Ante el incremento de robos, la incertidumbre y la preocupante presencia de sujetos agresivos en las calles del puerto, diversos negocios comenzaron a implementar medidas de seguridad para proteger a su personal y clientela.
En redes sociales, algunos establecimientos anunciaron que operarán a puerta cerrada, limitando el acceso directo y permitiendo la entrada solo a clientes previamente identificados o con cita, a fin de minimizar riesgos de hurtos en la zona.
Otros comercios optaron por reforzar su infraestructura con la instalación de rejas y sistemas de videovigilancia.
Las cámaras instaladas en puntos estratégicos permitirán monitorear las actividades, tanto al interior como al exterior de los locales.
Además, algunos propietarios recurrieron a la compra de aerosoles de defensa personal, así como capacitar a sus trabajadores en su uso para enfrentar posibles situaciones de peligro.
Estas acciones reflejan la preocupación de los comerciantes para proteger a sus negocios y que sus clientes se sientan tranquilos, mientras esperan que las autoridades intensifiquen las medidas de vigilancia y refuercen la seguridad en las calles.
En tanto, los habitantes y los empresarios continúan haciendo un llamado a las autoridades para garantizar entornos seguros y prevenir que esta ola de inseguridad afecte todavía más a la actividad económica local.
Fuentes: Diario de Yucatán.
