El precio de los insumos para preparar el tradicional platillo se han elevado, causando que también aumente su costo para venta en Hanal Pixán
Pese al alza de precios en los insumos para la preparación del tradicional pib, yucatecos aseguran que no romperán la costumbre y alegan que “una vez al año no hace daño”. Sin embargo, vendedores de este platillo señalaron que las ganancias han decaído con la llegada de la pandemia, pues los precios van desde los 600 hasta los 900 pesos.
Por lo “difícil” de la preparación y los precios de los ingredientes del pib los yucatecos prefieren comprarlos que prepararlos, afirmando que, entre comprarlos ya listos a cocinarlos la diferencia del gasto es mínima.
“Ahora los precios de los pibes si los encargas con tiempo cuestan entre 600 y 900 pesos, eso sí estamos hablando de una lata grande, donde comen alrededor de 15 personas, pero si nos ponemos a sacar cuentas de cuánto cuesta hacerlo nos sale casi lo mismo, pues desde el 31 octubre hasta el día 3 de noviembre los precios de los ingredientes suben exageradamente de precio, el año pasado decidí no comprar para ahorrarme algo de dinero y me costó hacerlo como 550 pesos, pero no estoy contando el gas para hornearlo, la gasolina de las compras y la luz que se utilizó, creo que hoy día sale más barato comprarlo”, dijo Noemy Silva.
Sin embargo, al cuestionar si a causa de la inflación cambiarían el platillo tradicional y festejarían el Hanal Pixán con otra comida, los yucatecos señalaron que un Día de Muertos sin mucbipollo no tendría chiste, algunos aseguraron que están dispuestos a invertir medio salario para satisfacer su antojo.
“Cada año se espera con ansia esta fecha porque es la única en la que podemos empacharnos de pib sin sentir culpa; además es una tradición que en el altar de nuestros seres queridos haya un pedazo de este delicioso tamalote, es un momento especial también cuando todos se juntan para comerlo y con eso recordar a nuestras personitas que han partido al más allá”.
“Sé que ahora la economía no está para festejos grandes, pero por lo menos nuestro pib con un vaso de refresco y nuestro pan de muerto con chocolatito caliente no puede faltar, así que no me importa gastar media quincena para comer este delicioso platillo, una vez al año no hace daño, ya veremos cómo sacamos los gastos pero el pib es el pib”, dijo divertido Carlos Cetina.
Por su parte, vendedoras de este platillo señalaron que la gente no quiere pagar lo justo cuando se trata del pib; sin embargo, exigen ingredientes de primera calidad, afirmando que los que más regatean son los que se quejan después.
“En mi caso yo hago enterrado el pib que vendo, los ingredientes los compro frescos del día, esto para que quede más sabroso y se sienta el verdadero sabor, porque este es un manjar si se sabe preparar muy bien, el año pasado comencé pregonando que haría pibes a 850 pesos, pero estamos hablando de que le puse xpelón, pollo, puerco, además tomate, cebolla, epazote, colito, achiote, manteca, y la hoja de plátano de la buena, que no esté rota ni empatada, sin contar que la preparación no es nada sencilla, hacer el hueco en la tierra, buscar los maderos, las láminas para que no le dé el fuego directo, es un arte hacer un pib, no es cualquier cosa”, aseguró.
“Pero a la gente se le hacía muy caro y comenzaban a regatearme, que si no lo daba más barato, que no era tan complicado, que no tenían tanto dinero por la pandemia y bueno, decidí dejárselos en 700 pesos, pero obviamente le puse menos carne y menos verduras, para que me resultara y comenzaron los reclamos, que si estaba muy pobre, que si no había un peso más de pollo, que si tenía poco xpelón, y comprendí que mi trabajo vale y es mejor que me compren dos a buen precio a que me compren cinco y luego me dejen mal, quedé escarmentada”, dijo Dolores Chac Balam.
Asimismo, María Sulú, quien lleva haciendo este guiso por más de 40 años ininterrumpidos, señaló que en el 2020 casi no vendió, pasó de vender entre 30 y 35 piezas a comercializar cuatro, y aunque en el 2021 sus ventas subieron aún no se recupera.
“La gente prefiere comprar tamales horneados, que es como un pib pequeñito, pero sin tanto sabor, solo como algo representativo, en lugar de gastar en una lata de mucbipollo como le llaman algunos. Es entendible, la economía no está muy bien que digamos, espero que este año mejoren mis ventas, pero lo dudo, los precios están por los cielos y la gente no quiere pagar casi mil pesos por un pib, ahora ya se ven sobre todo los chavos comprando que si su pastor o su pizza, incluso tamalitos, que hacer un gasto fuerte”, concluyó.
Fuentes: Por Esto/Darcet Salazar.