Conocimiento ancestral cae en desuso; seguir las fases lunares es una ventaja, destacan
Testimonio de las ventajas de seguir las fases lunares
Las creencias ancestrales relacionadas con las fases lunares se han ido perdiendo en la región, y hoy en día son pocos los agricultores que continúan con las prácticas para obtener abundantes cosechas en el campo.
Estos conocimientos que con el tiempo se fueron transmitiendo de generación en generación han ayudado al hombre de campo a mantener una agricultura ecológica sin el uso de químicos como en la actualidad.
Parte de esas creencias son los calendarios lunares, o las fases que el agricultor emplea para sembrar, cosechar o preparar la tierra.
Freddy Aranda Herrera es uno de los pocos hombres de campo que practica la agricultora orgánica y basa sus cultivos en las fases lunares para obtener como hasta la fecha resultados exitosos en su rancho.
Incluso dice que esa forma de cultivar ha dejado abundante producción en sus árboles frutales sin necesidad de emplear agroquímicos.
Jeremías Ku Uh, de 71 años, recuerda que hace más de 30 años solía trabajar en el campo y las costumbres que le heredaron sus ancestros las aplicaba al sembrar pepino, calabaza, zanahoria o chile habanero.
A manera de ejemplo recuerda que los cítricos, aguacate, plátano entre otros comestibles que fructifican por encima de la superficie de la tierra y son frutales solía sembrarlos tres días después de la luna llena, primero hacían su semillero y en el momento indicado aprovechaban para sembrar.
Al mes de esa siembra ya podían ver sus sembradíos, en ocasiones aprovechaban para realizar injertos y eso al final le dejaba frutos dulces y de buen tamaño
Pero en el cuarto menguante optaban por sembrar otros vegetales, de los que la parte comestible crece sobre la tierra o bajo ella como el pepino, la zanahoria, sandia o calabaza y al mes y medio ya veían los resultados.
“Hay mucha gente que de repente ve en el patio de su casa una sandía o pepino y no sabe como salió, por ignorancia tiran las semillas que en su luna crece y produce”, dice.
Señala que las fechas consideradas las adecuadas para sembrar lo que es rábano, repollo, cilantro y lechugas es en octubre y de ahí se aprovecha durante 4 a 5 meses pues antes no resulta por la sequía y las abundantes lluvias pudren las plantas.
Originalmente es de Tekax, pero desde 2008 vive en Tizimín y por lo que ha visto en la región pocos siguen esa tradición y costumbres de los ancestros.
De hecho dice que antiguamente en luna nueva se solía eliminar maleza y abonar, mientras que en cuarto creciente era para realizar injertos, podar árboles enfermos y sembrar flores.
Dijo que donde podría haber aún esas creencias es en las comunidades del sur o en las comisarías donde la gente sigue basándose en las fases lunares.— WENDY UCÁN CHAN
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Fuente: Diario de Yucatán