Consejos de un especialista para reducir el brote del dengue

Además del trabajo que debe realizar la autoridad, la ciudadanía puede ayudar a reducir el impacto de la epidemia de dengue con algunas medidas en su entorno, sostiene el epidemiólogo José Antonio Aguilar Pérez.

Esas medidas, según explica, son de dos vertientes: para evitar que la enfermedad nos alcance y para combatir al mosco Aedes aegypti, transmisor del virus.

En amplia entrevista, de la que ayer publicamos la primera parte, el maestro en Salud Pública reitera que todos deben estar alertas ante la epidemia y acudir a consulta médica cuando se presenten algunos síntomas.

Sobre los cuidados que debe tomar la población, el epidemiólogo de la Secretaría de Salud y del Instituto Mexicano del Seguro Social dice lo siguiente:

• Hay dos cosas. La primera son las precauciones para evitar que la enfermedad nos llegue. Para ello hay que evitar que el mosco nos pique y existen barreras que podemos utilizar.
• Por ejemplo, en las casas hay que instalar mosquiteros y pabellones. La gente debe usar pantalones largos y camisas de manga larga, porque son vestimentas que van a reducir el riesgo de que el mosco nos pique. También está el uso de repelentes. Son medidas que podemos realizar con la familia.

Nada de criaderos para el mosco del dengue

• El segundo punto es tratar de evitar que el mosco se reproduzca, Sabemos que el único medio de contagio es la picadura de un mosco infectado y el único vector que transmite éste y otros arbovirus es el Aedes aegypti, un mosco que se adaptó al área en que nosotros vivimos.
• El mosco deposita sus huevecillos en aguas estancadas y se reproduce. Por eso es importante hacer lo que nos corresponde en nuestros hogares y eliminar todo lo que pudiera ser un criadero. Si en un baño, por ejemplo, tenemos un florero y lo dejamos olvidado, el mosco lo usará para reproducirse.

El factor de las lluvias

• Esta época de lluvias es propicia para la reproducción del insecto. No es lo mismo en período de secas, aunque haya aguas estancadas, que en época de lluvias porque las condiciones climatológicas ocasionan que los huevecillos eclosionen, por las condiciones de humedad y de temperatura.
• Si el mosco no tiene sangre no deposita huevecillos. Entonces, un mosco infectado —que puede vivir hasta 60 días— va a buscar su alimento cada tercer día y va a estar picando.

Hasta 200 huevecillos

• En cada puesta de huevos puede depositar entre 120 y 200, pero es un insecto que sigue la regla de no poner los huevecillos en el mismo lugar. Por lo tanto, los va a depositar en distintos sitios. Es cuestión de sobrevivencia de la especie.

El doctor Aguilar, quien fue presidente de la Comisión de Certificación y Control de Socios del Colegio Yucateco de Salud Pública, advierte que al picar a un enfermo el mosco adquiere el virus de por vida y lo transmitirá a las personas cada vez que pique.

Después de ese momento, explica, el contagiado empezará a presentar la sintomatología en un lapso de tres días.

Principales reacciones

Y agrega:

• Después de ese tercer día se presenta malestar general, fiebre y dolor de cabeza y otros síntomas como dolor de espalda y en articulaciones. El serotipo 3 genera una especie de salpullido, una lesión dérmica que ocasiona prurito, picazón intensa en el organismo.
• Puede haber dolor ocular y en algunos pacientes se presenta también sintomatología respiratoria. Igualmente puede haber enrojecimiento de los ojos.
  Esos síntomas pueden durar hasta siete días y después se van eliminando en forma gradual.
• Es importante el monitoreo, por las probables complicaciones. Hay que darle seguimiento al paciente, para identificar los factores que pudieran llevar a una complicación.
• El paciente que ha contraído dengue debe ser revisado por un médico. Hay que evitar la automedicación. Un medicamento utilizado en el manejo de la fiebre es el paracetamol. Se puede tomar otro, pero solo bajo prescripción médica.

El doctor Aguilar recalca la importancia de que la ciudadanía participe en el combate al mosco transmisor del dengue, para aminorar los efectos de la epidemia.

Una de las formas de aportar un granito de arena, señala, es revisando bien las casas para evitar acumulación de agua en depósitos que después se pueden convertir en criaderos.

“Si no hay moscos, no hay dengue”, puntualiza.— ÁNGEL NOH ESTRADA

Nota original aquí

Fuente: Diario de Yucatán