miércoles, noviembre 13

Crimen caza en carreteras a Hugo Boss, Ermenegildo Zegna y Calvin Klein

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Un estudio de la empresa especializada en seguridad privada Círculo Logístico ha identificado que seis cárteles y 74 brazos armados en el país se han apoderado del delito de robo de mercancía en carreteras. Aquí los resultados

Los tiempos en que los asaltantes “pegaban” al azar a los tráileres cargados de mercancía han quedado atrás. Desde hace al menos tres años, el crimen organizado implementa a lo largo de las carreteras del país tecnología y estrategias que se utilizan en los conflictos bélicos, con el objetivo de saquear con precisión los productos más vendidos en el mercado negro.

Un estudio de la empresa especializada en seguridad privada Círculo Logístico ha identificado que seis cárteles y 74 brazos armados en el país se han apoderado del delito de robo de mercancía en carreteras –que deja ganancias al crimen organizado de, al menos, 4 mil 100 millones de dólares al año– con un incremento en el uso de violencia y tácticas similares a las que usan los ejércitos en guerra.

Para hacerlo, se han abierto paso a punta de balazos y amenazas de muerte entre empleados de parques industriales y centros de distribución para obligarlos a que les entreguen los horarios, rutas y placas de los que serán sus blancos de ataque. Además, dan seguimiento específico a los camiones utilizando drones con inhibidores de GPS para desactivar el monitoreo satelital de las empresas.

“Tenemos calculado que el 20% de la gente de la industria (de transporte y distribución) que trabaja con ellos lo hace por dinero; pero el 80% de esas personas están amenazadas de muerte directamente, o sus familias”, asegura Héctor Romero, también vicepresidente de la Comisión de Seguridad y Justicia de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
“Hasta hace unos años, los ladrones de carreteras traían armas pequeñas, cortas, y no las usaban en los atracos. Usaban más la sorpresa, el shock. Hoy ya usan rifles de alto poder, armas modificadas para perforar los blindajes de los camiones de carga. Ya estamos frente a una nueva fase de criminalidad”, describe.

Los comandos del Cártel Jalisco Nueva Generación, del Golfo, del Noreste, de Sinaloa, La Unión Tepito y lo que queda del cártel de Tláhuac cargan, por ejemplo, con baterías de alto voltaje para “volar” las chapas electromagnéticas de seguridad, así como equipos de radiofrecuencia que interfieren con las cámaras de vigilancia para impedir que se graben videos al interior y exterior de los tráileres al momento del robo.

Por otro lado, sus brazos armados dedicados al huachicoleo, tráfico de migrantes indocumentados o de armas ya utilizan ponchallantas elaboradas con materiales de alta resistencia, como las que avientan al paso de convoyes militares, o fusiles de alta precisión de origen ruso –12.7×108 mm, por ejemplo– para perforar las llantas a distancia, incluso si tienen una goma que las recubre.

“Van a hacer todo lo posible por hacerse de mercancía muy específica que ya tenemos perfectamente ubicada y que es la que más violencia está causando en las carreteras del país”, señala Héctor Romero.

Fuentes: Milenio.

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