Cruz Azul Femenil vivió otra noche histórica. En su primera semifinal desde que nació la Liga MX Femenil hace ocho años, la Máquina vino de atrás y empató 1-1 ante Tigres en el Estadio Olímpico Universitario.
Tigres, el equipo más ganador de la liga, llegó con la etiqueta de favorito y lo refrendó durante gran parte del primer tiempo. El dominio se tradujo hasta el tiempo agregado. Al 45+8, María Sánchez desbordó por la izquierda y envió un centro al primer poste. Barbara Olivieri se lanzó con la punta del pie para vencer a Godínez y poner el 1-0.
Pero si algo ha definido a este Cruz Azul Femenil es la capacidad de respuesta. Ana Martínez avisó apenas al 49 con un remate incómodo dentro del área. Cinco minutos después, Diana Ordóñez estuvo a centímetros del empate con un cabezazo al travesaño. Cruz Azul era otro: más intenso, más decidido, más agresivo.
Al 55’, un intento de despeje terminó en mano dentro del área de Anika Rodríguez. La árbitra revisó en el VAR y señaló penal. La oportunidad para igualar estaba ahí… pero Dani Calderón falló por un costado en el cobro del minuto 57.
Diego Testas movió el banquillo y encontró la solución en la banca: Ana García, quien entró al 70’ junto a Ale Lomelí. Cinco minutos más tarde llegó la jugada que cambió el escenario de la eliminatoria. Blackwood mandó un centro preciso y García, impecable, ganó la posición y conectó un cabezazo picado imposible para la portera Santiago, el gol que mantiene vivo el sueño celeste.
Los últimos minutos fueron todos de la Máquina, empujada por una afición que entendió el momento y por un rival que, por primera vez en la noche, lució superado físicamente. Tigres aguantó como pudo, consciente de que cerrar en el Volcán será otra historia el domingo.
La serie está abierta. La Máquina está viva. Y el domingo, en el Universitario, Tigres sabrá que la semifinal ya no es un trámite.
Fuentes: Excelsior.
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