Cuerpo de Iker ya lleva tres meses en la morgue de Yucatán

Continúa abierta la carpeta de investigación para encontrar a su familia

Este 13 de septiembre se cumplieron tres meses del fallecimiento de Iker, niño chiapaneco de ocho años de edad quien fue atropellado mortalmente en la avenida Líbano, en la colonia México. Hasta el día de hoy, nadie ha reclamado su cuerpo, que permanece en la morgue del Servicio Médico Forense.

De acuerdo con las autoridades, por el momento no hay avances en torno a la investigación para localizar a los familiares del menor en Palenque, Chiapas, de donde es originario.

Asimismo, no se sabe en qué momento se determinaría que Iker tiene que recibir sepultura, lo cual sería en la fosa común debido a que nadie ha reclamado sus restos.

Como se recordará, el 13 de junio de este año, Iker fue atropellado por una camioneta en la colonia México y perdió la vida. Dos días más tarde, la guiadora se presentó ante las autoridades para declarar sobre los hechos, y por las características de éstos no fue detenida.

Las indagatorias de las autoridades permitieron conocer la identidad del niño, y saber que fue registrado por su mamá en Palenque, Chiapas, por lo que la Fiscalía local solicitó apoyo de la Fiscalía para tratar de localizar a los familiares, lo cual hasta el momento no se ha conseguido.

Luego del fallecimiento del menor, se realizaron operativos que permitieron rescatar a no menos de 20 niños y niñas chiapanecos que eran obligados a trabajar en duras jornadas, mismos que fueron regresados a su tierra, además de que se arrestó al hombre que los “controlaba”.

Al mismo tiempo, diversas organizaciones yucatecas manifestaron su intención de reclamar el cuerpo del niño para darle una digna sepultura, pero por ahora no ha sido posible pues, de acuerdo con versiones de las autoridades, hay que agotar las investigaciones para posteriormente, decidir lo que ocurrirá con los restos mortales del pequeño Iker, quien desde hace tres meses permanece en la morgue del Semefo.

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Fuente: Novedades Yucatán