Disminuye el volumen de agua en Yucatán; ven un aumento a futuro en los costos de uso

En tan sólo ocho años se concesionaron 3,000 millones de metros cúbicos de agua en la Península de Yucatán y de seguir esa tendencia en dos años habría sobreventa de concesiones y se incrementarían los costos para el uso y consumo humano, señaló Alejandro López Tamayo, director general de Centinelas de Agua.

El especialista, ganador en 2020 del premio Mérito Ecológico que otorga el gobierno de México, habló del tema durante su participación en la mesa panel “El aire que respiramos y el agua que consumimos”, que ayer se llevó al cabo dentro de la segunda edición de la Cumbre Biósphera.

Acompañado de Alberto Barrera Huerta, experto en calidad del aire del Centro Mario Molina, López Tamayo compartió que en 2015 la disponibilidad de agua del acuífero para ser concesionada era de 5,000 millones de metros cúbicos.

“En 2023, en el último corte que hizo la Conagua, (la disponibilidad de agua para ser concesionada) disminuyó a 2,000 millones de metros cúbicos. Quiere decir que 3,000 millones de metros cúbicos se concesionaron en ocho años”, señaló.

Con todo el desarrollo que se viene para la Península de Yucatán, en dos años ya tampoco habrá esos 2,000 millones de metros cúbicos de agua que quedan al día de hoy para ser concesionados, advirtió.

“Estamos con una tendencia que nadie ha visto y que nadie ha hablado (…) Nos hemos enfocado mucho en la calidad del agua, pero no en el volumen, y eso se vuelve un gran reto porque al ya no tener volumen de agua disponible para concesión empezará la sobreventa de concesiones, y de allí van a incrementar los costos para que podamos acceder a un volumen de agua para cualquier actividad económica y sobre todo para el uso y consumo humano”.

Durante su participación, el especialista dijo también que otros retos que enfrentan el acuífero y los recursos hídricos de la Península para sostener a la población creciente y para atender el desarrollo económico que se prevé para las siguientes décadas son la capacidad de infraestructura y saneamiento.

Asimismo, compartió que en Quintana Roo la tasa de crecimiento anual de la población rebasa por mucho a la capacidad de infraestructura que se está invirtiendo en tema de drenaje y saneamiento.

“Eso quiere decir que el agua negra que no está yendo a una infraestructura de drenaje y saneamiento va hacia el agua subterránea, hacia los cenotes, hacia las cuevas y hacia las cavernas”.

Contaminación del agua en Yucatán

López Tamayo dijo también que de los 300 sitios de monitoreo de calidad de agua que Centinelas del Agua tiene en la Península, el 95% presenta un alto grado de contaminación.

“Desde el punto de vista hidrogeológico, un acuífero una vez contaminado es muy difícil su remediación, por eso siempre es mejor invertir en la prevención que en la remediación”, señaló.

En su turno, Alberto Barrera habló sobre la calidad de aire y cómo muchas zonas o regiones no tienen conocimiento de las concentraciones las que están expuestas.

“Uno de los principales desafíos es eso: contar con infraestructura para medirlo, y después hacer un inventario”, dijo el experto.

Durante su participación, Alejandro López Tamayo, director general de Centinelas de Agua, dijo que la capacidad de infraestructura y saneamiento son otros retos que enfrentan el acuífero y los recursos hídricos de la Península para sostener a la población creciente y atender el desarrollo económico que se prevé para las siguientes décadas.

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Fuente: Diario de Yucatán