lunes, septiembre 16

El anime y la inclusión ¿es forzado?

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Por Luis Carmona.

Ya hemos visto como en el occidente manejan la inclusión de diversas comunidades ¿Cómo lo hacen en el oriente?

En los últimos años, el anime y mucho del entretenimiento de origen asiático ha estado tomando mucha fuerza, cada vez se ven a más personas mirando toda clase de animes, escuchando los éxitos del género del k-pop y mirando las serie dramas tal y como se suele hacer con las telenovelas. Sin embargo algo que también llama la atención es la inclusión en esta industria ¿Cómo Japón lidia con las protestas y peticiones de la comunidad LGBT para ser incluidos dentro de sus producciones?

Japón ha sido un país muy incluyente dentro de sus industria, al contrario de este lado del mundo en donde hay protestas para ser considerados dentro de las recientes producciones, Japón siempre ha producido animes donde dicha comunidad se encuentra reflejada y no lo hacen de forma sutil, estos suelen ser directos.

Como prueba de ello tenemos dos géneros bastantes populares en el anime, hablamos del yaoi (romance entre hombres) y el yuri (romance entre mujeres), siendo el yaoi el más popular entre estos dos.

Muy diferente a lo que se pensaría que trataría una historia de dos hombres enamorados, el yaoi igual toca otros temas y géneros para que trate de ser disfrutable para todo el público posible y no solo para un sector en específico, un claro ejemplo de esto es Yuri On Ice (2016), que más que romance trata la historia de un chico entrenando para ser un gran patinador sobre hielo, en otras palabras también cuenta con el género de deportes y muchas personas (en su mayoría hombres) que no disfrutaban del genero yaoi, admiten que la obra les llamo la atención y le gusto por este tema deportivo.

Otro que ha sonado mucho en los últimos años es Banana Fish (2018), un thriller de acción y misterio que trata de un pandillero investigando el origen de un extraño líquido que de alguna forma está relacionado a su hermano, quien esta mentalmente inestable por la guerra de Vietnam en 1973.

Y un clásico dentro del género es Junjou Romantica (2008), una historia que sigue a tres parejas pero entre esas la principal y más reconocida es sobre un chico de preparatoria que está apunto de ingresar a la universidad y un novelista que se volverá su tutor y luego de una serie de acontecimientos e intercambio de palabras ambos se enamoran.

Como podemos ver dado a los años que fueron lanzados dichos animes, el género ha estado presente desde mucho antes que el movimiento LGBT comenzara a alzar la voz pidiendo ser incluidos en diversos lados.

Por el lado del yuri ocurre lo mismo, si bien es menos popular que el yaoi también ha estado presente, esto podemos verlo en obras como Ura Sekai Picnic (2021) en donde dos chicas viajan a otro mundo en donde una de ellas busca a su amiga perdida quien cree, se encuentra en dicho lugar.

Adachi To Shimamura (2020) que sigue a dos chica que estudian en la misma escuela pero apenas se están conociendo, ambas se ven en secreto y comienzan a conocerse generando una linda amistad e incluso ambas piensan en la otra como un posible algo más, pero temen que sus sentimientos puedan ponerle fin a su amistad.

Y el clásico del género que muestra que la inclusión en Japón ha estado presente desde hace tiempo, hablamos de Revolutionary Girl Utena (1997) aquí una chica jura volverse un príncipe y luego de recibir una reliquia peculiar se inscribe a una competencia donde el premio es una chica mágica a la que querrá liberar.

Estos son solo unos de los pocos animes del género en donde la comunidad es representada, en algunos de estos la orientación de los personajes no está del todo definida y vemos lidian con el hecho de experimentar o aceptar este lado.

Sin embargo no todo es bueno pues si bien hay un catálogo bastante amplio en ambos géneros, muchas personas, fanáticos del mismo, presionan a estudios e incluso a los autores de obras ajenas del género a hacer que personajes de las obras se destapen como parte de la comunidad, tal podemos mencionar el caso de Naruto y Sasuke que ambos dentro de la obra se consideran amigos y rivales pero las fans los ven como si fueran pareja, así como también tenemos a Midoriya y Bakugo donde se repite la relación de amistad y rivalidad pero son vistos como pareja, los autores de dichas obras prefieren simplemente ignorar esto y continuar con su obra, si bien es verdad que de vez en cuando llegan a darle ciertos caprichos a los fans, haciéndoles decir diálogos o poniéndolos en situaciones algo comprometedoras que pueden interpretarse de otra forma, ellos saben cuál es el verdadero rumbo de sus historias y como estos personajes terminaran en lo que es muy poco probable que sea una relación amorosa.

El tema con las personas no binarias o andróginas se toca en cualquier obra, no necesariamente teniendo el romance como foco principal, personajes femeninos con aspecto masculino y personajes masculinos con rasgos femeninos están presentes en todos lados, incluso suelen tocar este tema, en algunas ocasiones con comedia de por medio, otros si se lo toman enserio pero es algo que también tienen presente los nipones.

Si hablamos del lenguaje no podemos hacer mucho pues el uso de kanjis y su idioma siempre fue incluyente, bastante neutral y no han registrado manifestaciones para que esta sea modificada por lo que se puede afirmar que los nipones incluso de generaciones actuales están bastante conformes con esto.

En resumen Japón si llega a ser incluyente pero no a un punto de considerarse extremista, muy a diferencia de producciones reconocidas donde la inclusión la usan a modo de marketing, los nipones al tratar una relación son capaces de darles un desarrollo y profundidad a tal punto que parezca natural, por supuesto que habrá sus excepciones pero todo recae en si la obra tiene como foco principal el tema del romance entre personajes o no.

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